El calor de la primavera, ya comienza a afectar a algunos municipios de la entidad poblana, pues según la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) el 40 por ciento de los municipios registran niveles de sequedad.

Así lo reveló, el Monitor de Sequía de México de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el cual, según su último reporte del 15 de marzo, hay siete municipios poblanos en situación de sequía moderada; mientras que 13 están catalogados como anormalmente secos.

La falta de lluvias que se han registrado durante el mes de marzo  afecta al 9.2 por ciento de los 217 municipios del estado, es decir, el fenómeno avanza respecto a lo reportado en febrero del año pasado, cuando se reportaba un 8.2 por ciento.

Según datos de la Conagua, la sequía es uno de los fenómenos que más afecta a las actividades productivas del país. En el caso de Puebla, la sequía moderada alcanzó a los municipios de Francisco Z. Mena, Jalpan, Pahuatlán, Pantepec, Tlacuilotepec, Tlaxco y Venustiano Carranza, los cuales, se localizan en la parte norte del estado y se caracterizan por su vegetación arbustiva, actividad ganadera y cafetalera. Es decir, no se encuentran, por ejemplo, en la árida mixteca.

Por otra parte, entre los municipios catalogados como anormalmente secos, se encuentran: Ahuazotepec, Ajalpan, Coyomeapan, Honey, Eloxochitlán, Huauchinango, Juan Galindo, Naupan, San Sebastián Tlacotepec, Tenampulco, Xicotepec, Zihuateutla y Zoquitlán, donde, también, predominan actividades agrícolas.

Puebla es una entidad que se dedica primordialmente a la agricultura, sin embargo, los periodos de sequía tienen muchas consecuencias en este ámbito, lo que deriva a la afectación del medio ambiente, la economía, la salud y la sociedad.

Los ganaderos y agricultores confían en que, de aquí a mayo, la lluvia los favorezca, pues, de no ser así, las pérdidas económicas serían grandes. (Esperemos que no).

Cabe señalar que aún no llegan los tiempos de la canícula, los cuales para este año, se pronostican que lleguen a mediados de julio, no obstante el calor que azota a la capital poblana en marzo, indica que las probabilidades de que aumente sean muy seguras.