Después de dos años suspendida por la pandemia del Covid-19, el arzobispo, Victor Sánchez Espinosa, retomó la procesión de Domingo de Ramos en el atrio de la Catedral de Puebla. 

La celebración comenzó en la Capilla del Sagrario, la entrada del templo en la 3 Oriente y 2 Sur, misma que forma parte de la propia catedral.  

El paseo del arzobispo en compañía de los feligreses comenzó en esa área para encaminarse rumbo a la vialidad 16 de septiembre para ingresar al atrio del inmueble. 

En esta ocasión el templo lució a su máxima capacidad, pero todos los fieles usaron cubrebocas, además se tomaron la temperatura en los termómetros. 

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Bajo este panorama de unión para evitar estragos del SARS-COV-2, pidió apoyar a las personas con problemas económicos para mitigar el dolor. 

"Con el Domingo de Ramos inicia la Semana Santa en la cual, recordamos, actualizamos, celebramos y vivimos el amor infinito e incondicional que Dios nos ha manifestado en Jesucristo, quien padeció, murió y resucitó para liberarnos de las cadenas del pecado y darnos el poder maravilloso de llegar a ser hijos de Dios". 

Dijo que la procesión con las palmas en las manos recuerda la entrada de Jesús triunfante a Jerusalén hace 20 siglos; mientras al interior se recordó el evangelio que narra la Pasión de Jesucristo. 

Recordó que la Procesión del Viernes Santo de Puebla, en su edición 30, también regresará a la presencialidad con la participación estimada de más de 120 mil fieles a quienes se les pide que se mantengan en los templos, ya que a lo largo del trayecto por el que pasarán siete imágenes, guardando todas las medidas sanitarias para evitar contagios de Covid-19.