Desde hace un año en Coyomeapan se ha desatado una ola de violencia en contra de los pobladores, luego de que estos iniciaran una lucha en contra de los caciques David y Araceli Celestino Rosas. Con la ayuda del gobierno estatal, se ha desplegado una campaña de calumnias en la prensa, encarcelamiento de los líderes y una masacre de indígenas. 

Juan Celis, líder de los antorchistas en Puebla, afirmó que Miguel Barbosa Huerta, defiende a “Los Celestino”, que son los caciques que “ganaron” las elecciones de junio 2021 con la compra de votos, las negociaciones con el Instituto Electoral del Estado y gracias a su amistad con el barbosismo.  

“David y Araceli Celestino Rosas han gobernado a ese municipio durante más de 11 años, ahora, en las elecciones de 2021, pusieron como candidato de la alianza Morena-PT a Rodolfo García López, que es el esposo de Araceli, pero su poder no termina ahí: la misma Araceli Celestino se ha convertido en un cuadro de la 4T y ahora es diputada federal por Tehuacán”, informó. 

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Ante estos hechos, los indígenas de Coyomeapan se rebelaron porque saben que “Los Celestino” son criminales. “En la lucha contra el cacicazgo se ha unido casi todo el pueblo, aunque tengan diferentes ideologías políticas, y el mayor problema que enfrentan es que se trata de una lucha contra un gobierno estatal, de corte morenista, que usa la ley y las armas para someter a sus enemigos, querían obligar al movimiento a rendirse encarcelando, de manera ilegal, a sus dirigentes pero los indígenas no cedieron y continuaron con la lucha”, agregó. 

Recordó que la oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) concluyó que la masacre del 9 de mayo en Coyomeapan, en la que asesinaron a tres indígenas, se trató de ejecuciones extrajudiciales.  

“El Movimiento Antorchista en Puebla considera que la lucha contra el cacicazgo es justa y necesaria. Los campesinos encabezan una lucha que, de ganarla, podría comenzar con una etapa de desarrollo para el municipio. Sin embargo, para ganarla es urgente la unión de su movimiento con fuerzas políticas progresistas más grandes en el estado, que los respalden y apoyen en la batalla final contra los caciques y el gobierno estatal. No hacerlo los conducirá al fracaso”, finalizó el líder.