Aunque no es el más posicionado en las encuestas, Rodrigo Abadala Dartigues, delegado de los programas federales de Bienestar, se ve en 2024 como gobernador de Puebla.

El trabajo que ha realizado, aseguró, es el que lo ayudará a sobresalir del resto de aspirantes, entre los que reconoce a Alejandro Armenta, Claudia Rivera, Ignacio Mier y Julio Huerta.

“Estoy seguro que el trabajo bien hecho por sí solo brinda frutos… y el reconocimiento suficiente”, aseguró el abogado de profesión.

Su ventaja competitiva con respecto al resto de aspirantes, dijo, es su “visión fresca, de unificación, de cohesión y, sobre todo, social”, atributos que, según él, son los requiere en estos momentos el estado y el país.

Mesurado y reservado al momento de hablar de él y de sus contrincantes, Abdala dejó en claro que:

“No estoy diciendo que sería mejor (que el resto de aspirantes), solamente que mi punto de vista, mi perspectiva, yo la considero adecuada para el momento, temporalmente es lo que estoy seguro se requiere”.

Ser gobernador no le quita el sueño

En su afán de ver el lado positivo de las cosas, Abdala Dartigues confesó que si no logra ser candidato para las elecciones de 2024, esperará el tiempo que sea necesario, pues gobernar Puebla no le quita el sueño ni le “obnubila la vista”.

“En 2024 me veo en la boleta, pero me veo en el 2024, en el 2025, en el 2026 y así sucesivamente los años venideros aportando mi tiempo, mi esfuerzo, mi experiencia a seguir construyendo y consolidar la Cuarta Transformación”, indicó uno de los fundadores en Puebla del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

Para el político de 42 años lo más importante es ser reconocido por los resultados que ha dado como delegado de Bienestar y porque “la sociedad encuentre en el esfuerzo que ha hecho el gran equipo de la familia Bienestar en el estado de Puebla, un trabajo adecuado, eficiente, cercano a la sociedad”.

La guerra sucia entre primos podría beneficiarle

Además de su trabajo, otro factor que podría ayudarle para ser candidato, es que las fricciones y la guerra sucia entre los dos aspirantes punteros, Alejandro Armenta e Ignacio Mier, terminen fracturando al partido y la dirigencia lo prefiera a él por ser una opción neutral sin tantos negativos.

Sin señalarlos directamente, Abdala Dartigues pidió prudencia y que todos los aspirantes -él incluido-, se enfoquen en “construir propuestas, ideas y soluciones a los problemas que existen”; lo más importante, indicó, es mantener la cordialidad y la civilidad en la contienda política. 

“Me niego a la confrontación y al descrédito de los métodos, de los mismos actores políticos internos; me niego rotundamente porque no abona en nada, al contrario, nos resta mucho a nosotros, porque lo que quiere la ciudadanía, lo quiere la sociedad, son cosas diferentes, ya no quieren más de lo mismo”, señaló el exparticular del entonces senador Manuel Bartlett Díaz (2012 al 2015).

Le apuesta a hacer las cosas diferentes

En su visión de hacer las cosas diferentes, Abdala no piensa subirse a la ola de pintar bardas ni de saturar las calles de espectaculares, tampoco tiene pensado renunciar a cargo, pues asegura estar enfocado a su labor como delegado, que es “permanente y al 100 por ciento”.

A diferencia de sus rivales, Abdala es un político mesurado que piensa dos veces antes de emitir una opinión. Su forma de apostarle a la gubernatura es “haciendo las cosas diferente”.

“Los momentos que estamos viviendo, el mundo, el país…, nos obligan a nosotros como miembros de la sociedad, pero más como activos políticos, a evitar cualquier tipo de confrontación porque no ayudan, no suman, ya tendríamos que evolucionar en la visión del conflicto y la confrontación”.

Quien sea el candidato o la candidata lo tiene sin cuidado, pues cualquiera de los aspirantes podría encabezar de manera adecuada el gobierno, porque “son personas que están comprometidas con el proyecto… que emanan del partido o que representan justo los valores, ideales y la visión de Morena”.

Lo más importante, enfatizó, es que la gente ejerza su voto en las próximas elecciones y que la apatía no invada a la ciudadanía.