El Congreso del Estado de Puebla ha emergido como un faro de progreso a nivel nacional al impulsar reformas significativas en materia de género y en la lucha contra la violencia hacia las mujeres. La LXI Legislatura, conformada de manera paritaria por 21 diputadas y 20 diputados, ha demostrado su compromiso con el empoderamiento de niñas y mujeres mediante la promulgación de reformas que establecen sólidas bases jurídicas para el ejercicio pleno de sus derechos.

Uno de los hitos más destacados del segundo año de actividades legislativas fue la aprobación de la reforma al Código Civil, conocida popularmente como la "Ley Monzón". Esta reforma aborda cuestiones cruciales relacionadas con la patria potestad en casos de feminicidio, y su impacto ha trascendido las fronteras del estado, inspirando a otras entidades de la República a seguir su ejemplo.

En esta misma línea, se aprobaron reformas al Código Penal y a la Ley para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Estas reformas reconocen la violencia ácida y la sancionan como tentativa de feminicidio, colocando a Puebla a la vanguardia en la lucha contra este tipo de agresiones. Además, se introdujeron disposiciones que establecen penas de 50 a 70 años de prisión para quienes cometan feminicidio en presencia de los hijos de la víctima directa.

El compromiso de la LXI Legislatura no se limitó a las reformas penales; también se enfocó en proporcionar apoyo integral a las víctimas de ciberacoso, hostigamiento y acoso sexual. En este sentido, se reformó la Ley para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para garantizar atención psicológica y legal especializada y gratuita a las víctimas de estas formas de violencia.

Para combatir los estereotipos de género desde una edad temprana, se introdujo una reforma a la Ley de Educación del Estado. Esta medida prohíbe la realización de certámenes que evalúen la belleza o apariencia física de niñas, niños y adolescentes, fomentando así una educación más inclusiva y equitativa.

La LXI Legislatura también hizo hincapié en la importancia de las instancias de atención a mujeres en los municipios. A través de reformas a la Ley Orgánica Municipal, se estableció la obligatoriedad para los Ayuntamientos de crear dichas instancias, fortaleciendo así la red de apoyo a las mujeres en todo el estado.

Adicionalmente, se aprobaron reformas para prevenir la violencia política de género, incluyendo medidas que evitan la limitación o negación arbitraria del uso de recursos o atribuciones relacionadas con cargos públicos o políticos, como salarios y prestaciones.

El Congreso del Estado de Puebla ha demostrado un compromiso inquebrantable con la igualdad de género y la erradicación de la violencia contra las mujeres. Estas reformas pioneras no solo establecen un estándar elevado a nivel nacional, sino que también sirven como un ejemplo a seguir para otras entidades en su búsqueda de un futuro más equitativo y justo.

Con estas acciones, Puebla se coloca firmemente en el mapa como un líder en la promoción de los derechos de género, demostrando que la transformación y la igualdad son posibles a través de la legislación progresista y la acción decisiva. El Congreso del Estado de Puebla está pavimentando el camino hacia un futuro más igualitario y seguro para todas las personas.