Si algo puede presumir Guadalupe Leal Rodríguez es de ser la diputada más progresista de la oposición. Su postura firme y radical la ha llevado a ser discriminada no solo por su partido Acción Nacional, sino por lo que llama “un sistema de partidos”.

“Me siento señalada por un sistema de partidos (Morena, PRI, PAN, PRD, Movimiento Ciudadano), donde cualquier decisión que he hecho en el Congreso o cualquier tema que subo en el Congreso… me dicen que no le haga al cuento”.

Lo que requiere la ciudadanía, aseguró, son diputados y diputadas que defiendan votos y leyes, que propongan temas que le funcionen a la sociedad; por eso, al no ser parte de este sistema que pareciera ya normalizado, le ponen etiquetas de “la rebelde”, “la polémica”, “la diputada que no es diplomática” y que “no es educada”.

A diferencia de sus colegas, Leal Rodríguez está convencida que la ciudadanía la puso como diputada local “para hacer voz y votos con un sentido ciudadano, no con un sentido convenenciero, ni con un sentido de amistad al gobernador o al alcalde en turno”.

La estilista y maestra de profesión recalcó que un diputado no está para ser el amigo del gobernador ni la amiga de los alcaldes y las alcaldesas; “les cuesta trabajo escucharlo y lo digo en la tribuna y lo digo en la entrevista y lo digo con la ciudadanía: un diputado está para representar, para intermediar, para presionar”.

Me gustaría ser presidenta municipal

Al ser una opción diferente y ciudadana que no tiene miedo a decir lo que piensa ni a desafiar a quienes se oponen a lo que ella llama causas justas, la legisladora de 47 años de edad asegura que está lista para ser alcaldesa de Puebla, porque las y los ciudadanos “no ven partidos, ven caras, ven personas, ven hechos y ven resultados”, y ahí ella se considera la mejor opción.

“Estoy lista para ser presidenta municipal, me siento una mujer capaz, íntegra, leal, preparada, con experiencia y sobre todo con una visión muy amplia de lo que requiere una cuidad”, respondió con firmeza.

Realista como pocos en el medio de la política, Guadalupe Leal reconoció que no le quita el sueño gobernar Puebla capital, pues está convencida que su lugar es donde las y los poblanos la quieran.

“Me veo donde la gente quiera que yo esté, si me ve de activista, pues ahí estaré en el 2024, si me ve de alcaldesa ahí estaré, si la gente quiere seguir viéndome como legisladora, ahí estaré”, indicó.

Con humildad, reconoció que mujeres como Genoveva Huerta Villegas, Mónica Rodríguez Della Vecchia y Ana Teresa Aranda Orozco podrían ser opciones serias para fungir como presidentas municipales.

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A Genoveva la ve como una política que subió gracias a la cultura del esfuerzo, que no ha tenido padrino ni madrina y que ha tenido que construir ella sola.

A Della Vecchia la ve como una mujer que ha sabido ser una oposición responsable en el Congreso local y a Ana Teresa Aranda la reconoce por su experiencia y porque es una mujer comprometida con Acción Nacional.

El PAN debe de abrirse más a la ciudadanía

Aunque Lupita, como le dicen de cariño, aseguró estar en el ánimo de la ciudadanía para continuar en un puesto de elección popular, en política la cúpula partidista es la que tiene la última palabra.

A pregunta expresa sobre si su partido, el PAN, ¿la elegiría como candidata?, ella responde que “Sí”, porque aseguró que fenómenos como el de Xóchitl Gálvez han obligado al partido a abrirse a perfiles más ciudadanos.

Aún así aprovecha el espacio para pedirle al partido albiazul y al resto de los partidos políticos que se abran más “a darle una respuesta a la necesidad ciudadana” que hoy exige temas que se consideran opuestos a la idiosincrasia del PAN, como el rescate de los espacios públicos y de los ríos, el tema de las desapariciones y la inclusión de la comunidad LGTBQ+.

“Hoy se acaba esta perspectiva de que El Yunque en Puebla es el PAN, yo creo que hay muchos grupos que conforman una institución, aquí lo importante es que un solo grupo no quiera absorber todo el poder de las decisiones”, dijo.

Sin importar las trabas que se encuentre en Acción Nacional o en otros partidos, ella está convencida que alzar la voz es el camino sin importar en la trinchera donde se encuentre.

“Seguiré levantando la voz en una agenda que más que progresista yo le llamaría justa, que no haya desigualdades, que exista realmente para todos y para cada una de las personas una norma que le acomode y que pueda tener un derecho en este estado derecho”, señaló.

La dirigencia del PAN no ha sabido ser oposición

Para Lupita, que no tiene miedo a decir las cosas de frente, su líder moral es su hijo Jorge Antonio Leal, de 28 años de edad, porque él es el que la involucró en los temas de movilidad, porque él la asesora y porque le admira la capacidad que tiene de lucha con la bici, y admira la capacidad de haber desarrollo y redactado junto con ella una ley de más de cien artículos para una Ley de Movilidad.

Jesús Zaldívar y Augusta Díaz de Rivera le quedaron a deber a las y a los poblanos y al propio partido, porque no han subido el número de militantes y porque en los tiempos difíciles del gobernador Miguel Barbosa no supieron ser oposición.

Solo estaba ella, Aurora, Mónica, Rafael, el mismo Alcántara, cuatro diputados del PAN sosteniendo lo que ella llama la oposición responsable en Puebla.

“Un dirigente y una dirigenta tienen que tener una óptica plural, pero si esa óptica plural es para determinados diputados y diputadas son a los únicos que les voy a prestar el comité y a darles el reflector, creo que ese tiene que ir cambiando”.

Por último, Leal Rodríguez aseguró que donde sea que la ciudadanía decida que esté en 2024, lo más importante para ella es que las y los poblanos sepan que las decisiones que toma en el Legislativo siempre las hace pensando en un interés ciudadano.

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“No levanto la mano sin leer un dictamen, no levanto la mano porque me manden un sobrecito, no levanto la mano porque tengo que quedar bien con un partido… levanto la mano con una conciencia clara y objetiva de que tenemos que haber personas que equilibren un sistema”, concluyó.

“Soy una mujer leal a Puebla, leal a mí primero, porque si tú no eres leal a ti primero, no puedes ser leal a los demás; soy leal a Puebla, a las convicciones, leal a la ética, leal a la ciudadanía, me considero una mujer congruente, íntegra, capaz de toma de decisiones… me considero rebelde en un termino justo, porque busco que a la ciudadanía se le escuche. Sí me considero polémica”.