Proponen Ley Ociel para penalizar crímenes de odio contra comunidad LGBT+
La iniciativa de la Ley Ociel pretende modificar el Código Penal Federal con el fin de castigar los discursos de odio
La primera legisladora transgénero de México, Salma Luévano, junto a diversos grupos activistas, propuso en Puebla la Ley Ociel en homenaje a le magistrade Ociel Baena; dicha ley tiene como objetivo penalizar expresiones de odio y orientar este tipo de investigaciones desde una perspectiva de género. En el zócalo de la ciudad, la diputada federal Salma Luévano, en conjunto con varios activistas, expresó su rechazo a los discursos de odio.
¿De qué se trata la Ley Ociel?La iniciativa de la Ley Ociel pretende modificar el Código Penal Federal con el fin de castigar los discursos de odio, especialmente aquellos que promueven o glorifican actividades delictivas. Con base en ello, los individuos responsables de este tipo de actos enfrentarían una condena mínima de seis meses de cárcel. Asimismo, se propone la adición del artículo 315 Ter, que establecería penas de 40 a 60 años de prisión para aquellos que cometan homicidio motivado por la orientación sexual o la identidad de género de una persona. Esto abarcará también asesinatos asociados con características como la orientación sexual, raza, religión, discapacidad, etnia o nacionalidad. La segunda propuesta de ley tiene como objetivo modificar la Ley Orgánica de la Fiscalía de Puebla para asegurar la aplicación de la perspectiva de género en investigaciones que involucren a víctimas pertenecientes a la comunidad LGBT+. Lo anterior implica catalogar estos casos de manera similar a como se hace en los feminicidios. “El llamado es claro: detener los crímenes de odio. Cada día estamos siendo víctimas (...) he presentado una propuesta para identificar y castigar los crímenes de odio. La falta de consideración hacia la diversidad sexual y la ausencia de penas proporcionales a la violencia con la que se llevan a cabo estos delitos solo perpetúan la impunidad”, aseguró la legisladora Salma Luévano. |