Persecución política y legal de Abelardo Cuellar, exsecretario de Trabajo, tuvo como fin quitarlo del panorama electoral, mantenerlo alejado de la actividad política para promover las figuras cuyas trayectorias son conocidas, coincidieron Samuel Porras y Tonatiuh Sarabia, quienes encabezaron su defensa legal.

 En rueda de prensa en la que se anunció la exoneración de Cuellar por parte del Tribunal por considerar “vicios de fondo¨ en el proceso penal emprendido en su contra por la Secretaría de la Función Pública acusándole de ejercicio indebido de funciones públicas y conflicto de intereses en contra del gobierno estatal, los litigantes explicaron “el armado del delito” al que fue sometido, lo que confirma su persecución política.

Detallaron que el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito, en San Andrés Cholula, aprobó por unanimidad la resolución del amparo, con lo que absolvió al exfuncionario estatal cuya persecución comenzó en agosto de 2019 con las declaraciones públicas del mandatario Miguel Barbosa Huerta, a las que se sumó más tarde Gabriel Biestro Medinilla, quien lo relevó en la titularidad de la dependencia estatal.

Ambos servidores públicos, sin tener una resolución judicial declararon públicamente en su contra acusándole de actuar como abogado defensor en 104 casos laborales contra el gobierno al mismo tiempo ejercía las funciones en la Secretaría del Trabajo. 

Con documentos exhibidos obtenidos mediante la interposición de amparos se reveló las irregularidades de la orden de aprehensión liberada en 3 agosto de 2022 donde se solicitaba explícitamente que no se fijara fianza, además de haberse tramitado irregularmente, donde fue evidente la consigna del Ejecutivo del Estado, pasando por encima de toda legalidad. 

Estos “vicios de fondo” fueron declarados en el amparo del Juzgado 5 de Distrito 1028/2022.

“Un juez federal y un Tribunal Colegiado de Circuito determinaron que no había los elementos de prueba suficientes por parte de los agentes del ministerio público, y "el poder judicial se prestó para fabricar el delito para perseguir al defensor laboral, hay hipótesis como la de evitar que él  no contendiera en este proceso electoral”, dijo Sarabia.

Por su parte, Porras destacó la amplia trayectoria social de Cuellar y el respaldo social con el que cuenta lo que lo hacía atractivo a cualquier gabinete, negando las acusaciones de falta de ética del Secretario de Trabajo.

“Cuellar no es un improvisado, no se anexó al gobierno de Miguel Barbosa Huerta para ponerse un chaleco, él ya era fundador de Morena y un reconocido luchador social, desde ahí se puede explicar mucho”, sostuvo.

Ambos abogados narraron las persecuciones a defensores sociales calificándolas como una práctica “de arena jurídica” que no se ha erradicado de los sistemas de gobierno y que permanecen.

Incluso, no descartaron que Cuellar tuviera más denuncias en su contra, por lo que llamaron al gobernador Salomón Céspedes Peregrina a interrumpir la persecución política.

Al respecto, en un mensaje virtual, Abelardo Cuellar, en su primera declaración tras su exoneración insistió en que hay pruebas de que sí existió persecución en su contra: “Hay elementos que acreditan que sí fui objeto de una persecución política cuyos nombres ustedes conocen perfectamente, yo en todo momento cumplí con lo que la ley me obligaba”.

Anunció que retomaría la defensa laboral de trabajadoras y trabajadores, así como de sindicatos a principios del 2024, además de seguir impulsando una nueva escuela sindical y cooperativista para defender los derechos de los trabajadores.