El legado educativo y diplomático de Gilberto Bosques Saldívar

Gilberto Bosques Saldívar, una destacada figura de la diplomacia y la educación mexicana del siglo XX, según lo señalado por Silvestre Hernando Alconedo, miembro fundador de la Alianza Ciudadana Mixteca de Chiautla de Tapia A.C.

Bosques, quien cuenta con un lugar privilegiado en el Muro de Honor del Salón de Pleno del Congreso de Puebla , fue un colaborador cercano del presidente Lázaro Cárdenas y su influencia se extendió a lo largo de las primeras seis décadas del siglo pasado, dejando un legado significativo en el ámbito educativo y diplomático.

Nacido en Chiautla de Tapia en la Mixteca Poblana, Bosques creció entre las barrancas del Tecomaxúchitl. A pesar de las limitaciones educativas de la época, su pasión por la lectura desde joven le permitió adentrarse en los valores humanos y los principios de la libertad.

En su juventud, se inscribió en la carrera magisterial en la ciudad de Puebla debido a la falta de escuelas y maestros en su lugar de origen. Sin embargo, su compromiso con la patria lo llevó a dejar su cargo como ayudante de profesor para unirse a la defensa del país durante la invasión norteamericana a Veracruz en 1914.

Bosques también desempeñó un papel importante durante la Revolución Mexicana, colaborando con el presidente Venustiano Carranza en la creación de la "Escuela de la Revolución", con el objetivo de alfabetizar al país, especialmente a la población campesina.

A pesar de su juventud, Bosques ocupó un cargo como diputado en el Congreso Constituyente de Puebla, donde trabajó incansablemente para sentar las bases de la educación pública que tanto demandaba la sociedad en medio del conflicto armado revolucionario.