Así se vivió el primer debate presidencial

En el primer debate presidencial, Sheinbaum, Gálvez y Álvarez Máynez confrontaron sus estrategias y propuestas, destacando diferencias y estilos de campaña.

Por: Carlos Rocha

El escenario del primer debate entre las y el candidato a la Presidencia de la República se convirtió en un campo de batalla político, donde cada aspirante buscaba proyectar su verdadera esencia mientras delineaba su posición ante el electorado.

Claudia Sheinbaum se mantuvo firme en su terreno, exhibiendo las credenciales de su gestión, mientras que Xóchitl Gálvez optó por una estrategia beligerante, lanzando acusaciones y calificativos, especialmente dirigidos hacia Sheinbaum. Por su parte, Jorge Álvarez Máynez aprovechó la oportunidad para presentarse y conectar con votantes.

El formato del debate, diseñado para obligar a las y el candidato a improvisar y responder preguntas directas, se convirtió en un ejercicio democrático ágil que se prolongó por dos horas.

A través de gráficos y otros recursos visuales, el y las aspirantes respaldaron sus argumentos sobre temas como educación y salud, transparencia y combate a la corrupción, así como grupos vulnerables.

Xóchil Gálvez, de la alianza del PAN-PRI-PRD, adoptó un enfoque beligerante desde el principio, lanzando duras críticas hacia Sheinbaum, acusándola de diversos fallos en su gestión, incluidos desastres con víctimas mortales como la caída de la línea 12 del metro y el derrumbe del Colegio Rébsamen.

Sheinbaum, por su parte, se mantuvo firme ante los ataques de Gálvez, defendiendo su gestión y presentando los logros de su gobierno como un caso de éxito.

La candidata de Morena-PT-PVEM destacó la afiliación de Gálvez con partidos del pasado, como el PRI y el PAN, a los que señaló como símbolos de corrupción. En un giro estratégico, Sheinbaum desafió a Gálvez a demostrar cómo había incrementado su patrimonio.

Mientras tanto, Jorge Álvarez Máynez buscó aprovechar sus oportunidades para presentarse ante el público, destacando la propuesta de su partido, Movimiento Ciudadano, como una alternativa a la política tradicional. Con un enfoque fresco y una sonrisa constante, Máynez intentó conectar con nuevos votantes y el electorado indeciso, exhibiendo conocimiento sobre datos y políticas públicas.

En resumen, el primer debate presidencial no solo sirvió para exponer las diferencias entre el y las candidatas, sino también para ofrecer una visión más clara de sus estrategias y estilos de campaña en esta contienda electoral que se perfila como una de las más disputadas en la historia reciente del país.

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