Trabajadoras sexuales en la indefensión
Cerca de 2 mil trabajadoras sexuales confluyen en Puebla capital, 400 en el Centro Histórico, ninguna tiene derechos ni política pública que las considere
En Puebla capital confluyen cerca de 2 mil mujeres que son trabajadoras sexuales, 400 en el Centro Histórico. Todas ellas no tienen derechos ni alguna política pública que las considere, de llegar al Congreso del estado en 2025, la activista Gabriela Chumacero previó velar por ellas. El trabajo sexual es un mal necesario que se requiere en la entidad; sin embargo, se debe trabajar para proteger y brindarles servicios de salud a las personas que se dedican a esto, dijo la activista, Gabriela Chumacero. Gabriela Chumacero se convertirá en la primera diputada mujer transgénero del Congreso del Estado de Puebla, tras la salida del diputado, Samuel Aguilar Pala, quien ahora es el secretario de Gobernación Estatal. La activista dijo que al rendir protesta como diputada buscará trabajar para que en Puebla se respeten los derechos humanos de todos y todas las trabajadoras sexuales en la entidad. Esto en el marco del día Internacional para poner fin a la violencia contra las trabajadoras sexuales, lo cual consideró que en Puebla es una problemática latente en la sociedad por lo “conservador” que es el estado. “Estamos en un estado conservador donde nos ha costado mucho, tener los mismos derechos, se trabajó con el gobierno anterior donde a las chicas se les dieron talleres, de costura, nosotros no requerimos de un curso”, dijo. La activista mencionó que el principal objetivo para eliminar la violencia contra los trabajadores sexuales se debe realizar desde concientizar a la población y autoridades para que respeten a aquellos y aquellas que se dediquen a esta labor. Esto porque señaló que muchas veces quien se dedica al trabajo sexual lo hace para llevar sustento a su casa o porque fue violentada y obligada a dedicarse a esto. “Hoy en día las chicas van porque los maridos no le dan para su gasto, vienen de otras partes y vienen a sentarse para poder comer, o lo hacen porque no tienen una educación digna o te echaron a la calle, es el trabajo más difícil porque no sabes si llegaras a casa”, comentó. Por ello, Gabriela Chumacero aseguró que desde el Congreso del Estado trabajará para garantizar seguridad a este grupo de la sociedad, que muchas veces es víctima de genocidio e incluso padecen de las autoridades que tienden a agredirlas. Además, comentó que buscará garantizarles seguridad y salud, como en la Ciudad de México, donde se les brinda del seguro popular gratuito con exámenes de VIH u otras enfermedades. Asimismo, señaló que se debe trabajar para garantizarles talleres certificados para que quienes se dediquen a esto puedan emprender otro tipo de servicios y tengan la prueba de que saben hacer otro tipo de profesión. “Recuerda que como trabajadoras sexuales no tenemos garantías en ningún sentido, las únicas que tienen garantías están en México, y las garantías son talleres donde se hagan pruebas de VIH y sea un servicio gratuito del seguro social”, comentó. Gabriela Chumacero dijo que desgraciadamente el trabajo sexual es un mal necesario porque muchas personas recurren a él a fin de poder satisfacer sus deseos sexuales, pero debe haber un respeto para quienes se dedican a ello. “Es difícil, pero lo tenemos que lograr, es un mal necesario, pero debe haber respeto porque no saben con qué loco se encuentran, estará difícil regular, pero a través del tiempo lo veremos”, finalizó. Puebla capital lugar de trabajo de 2 mil trabajadoras sexualesEl Ayuntamiento de Puebla que encabeza José Chedraui Budib contabilizó cerca de 2 mil trabajadoras sexuales que laboran en la capital, de las cuales 400 lo hacen en el primer cuadro de la ciudad. Ante ello, el secretario de Gobernación, Francisco Rodríguez, reveló que se analiza que las trabajadoras sexuales trabajen en hoteles del centro histórico a fin de que abandonen las calles, aunque esto aún no es un hecho. Esta propuesta se planteó en el gobierno anterior de Eduardo Rivera, donde habilitó diversos hoteles y casonas como zona de trabajadoras sexuales, además generó diversos talleres, entre ellos de mecánica, para que las mujeres dedicadas a esto pudieran aprender una nueva profesión.
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