Los “chips” adheridos al acervo de Museos Puebla no son dispositivos de rastreo, sino sistemas magnéticos de vigilancia electrónica (EAS) —las mismas etiquetas RF/AM o tiras EM que solo activan alarma al cruzar las antenas de salida—. En el mercado se consiguen por centavos la pieza, desde proveedores chinos y plataformas como Temu o Amazon, hasta tiendas especializadas de seguridad para retail; un costo bajo que contrasta con la narrativa de tecnología sofisticada, difundida en su momento por el entonces secretario Sergio Vergara Berdejo. ![]()
En portales de seguridad especializadas, un paquete de etiquetas anti hurto RF 8.2 MHz de 1,000 piezas cuesta $29.55 dólares ( $551 MXN al tipo de cambio de hoy), unos 50 centavos por unidad. Las etiquetas o tags AM 58 kHz (muy usadas cerca de metal o electrónica), cuestan por caja de 5,000 piezas $139 dólares ≈ $2,593 MXN por 5,000; $0.52 MXN cada una). Varios comercios las publicitan como alternativas compatibles con sensores EAS, los que se colocan en las entradas de los establecimientos. ![]() Consulta nuestro especial interactivo: ¿Cómo robar un museo? También hay paquetes de 10,000 etiquetas RF en minoristas que rondan $226–$240 dólares ($4,220–$4,476 MXN por diez mil), lo que sitúa el costo unitario en centavos de peso. Si se mira a proveedores chinos, las cotizaciones al mayoreo publicadas bajan aún más: se anuncian rangos de US$0.001–$0.0074 por pieza con compras mínimas de 10,000, es decir, entre US$10 y US$74 por 10 mil; en esa franja aparecen ofertas típicas de US$50 a US$70 por 10 mil (≈$933–$1,306 MXN por 10,000 piezas). ![]() En el mejor de los casos, las etiquetas recomendadas por tiendas especializadas son de la mayor calidad posible, se encontró que para bibliotecas y acervos (tiras electromagnéticas EM “Tattle-Tape”), el precio sería de : US$280–US$291 por 1,000 (≈$5,222–$5,432 MXN por mil). Es decir, alrededor de 5 pesos por unidad. Son tiras con adhesivo de calidad archivística pensadas para papel y libros. Sin embargo de acuerdo a la imagen del catálogo estas no corresponden con las ampliamente difundidas. ![]() En cuanto a tipos de adhesivo, existen versiones removibles/no agresivas (pensadas para recuerdos, papel delicado o empaques que el cliente retirará) y versiones permanentes de “uso general”. Distribuidores señalan que los adhesivos “non-aggressive” están diseñados para que el cliente los quite sin arruinar el artículo. Sobre la durabilidad del pegamento, fichas técnicas de series RF usadas en establecimientos aclaran que el circuito no caduca, pero el adhesivo tiene vida útil de hasta 2 años desde fabricación bajo almacenamiento controlado). Es un estándar frecuente en hojas de datos de Checkpoint y distribuidores europeos. En el mundo bibliotecario, varias tiras EM señalan adhesivo “archivístico” e incluso “garantía de por vida tras la aplicación”. ![]() Así funcionan las etiquetas EAS anti-hurtoUn sistema EAS no rastrea, ni es como un chip de celular como lo señaló el entonces secretario de Cultura, Sergio Vergara Berdejo ante medios. Estos son detectados por antenas tipo AM que se colocan en la entrada de los establecimientos y emiten un determinado sonido o alarma. ![]() Las antenas de la puerta crean un campo; cuando pasa una etiqueta activa (pegatina “soft” o tag rígido “hard”), esta responde con una firma que el controlador reconoce y dispara la alarma. En caja, la etiqueta se desactiva (soft) o el tag se retira (hard). Suelen ocuparse para perfumería, cosméticos, cajas de electrónica, juguetes, herramientas; se pega por fuera o “bajo etiqueta” y se desactiva en la caja. En bibliotecas, las tiras EM se esconden en el lomo o entre páginas y pasan por desensibilizadores en mostrador. Si se pega a una etiqueta permanente sobre papel o cartón, al retirarla puede rasgar o dejar residuo; por eso existen los adhesivos removibles o “archival quality” para libros. ¿Por qué los chips de Sergio Vergara causan tanta controversia?El caso de los “chips” en Museos Puebla comenzó como una promesa de “rastreo” de piezas (tras el reporte en 2021 de 5,981 bienes saqueados) y terminó revelando que se trataba de etiquetas EAS comunes, sin geolocalización. En 2023, la Secretaría de Cultura reservó por 3 a 5 años la información del contrato “para efectos de auditoría”, aun cuando el entonces titular Sergio Vergara aseguró públicamente que incluso se habían colocado 15 mil dispositivos en la Biblioteca Palafoxiana. La reserva impide conocer especificaciones, proveedor y precios a detalle, y mantiene viva la controversia sobre pertinencia y posibles sobrecostos. En agosto de 2025, la directora María José Farfán reconoció daños en piezas por “chips de ropa” de baja calidad colocados en la administración anterior, y el gobernador Alejandro Armenta anunció investigaciones y el retiro de esos dispositivos. También puedes leer: Desde 2023, Sergio Vergara y siete funcionarixs son investigados por chips de Museos Puebla El gobierno estatal señaló que presentará denuncias penales cuando termine de identificar a todas las personas involucradas. El expediente menciona a ocho funcionarixs de Cultura y del OPD Museos (incluido Sergio Vergara) y a la empresa Lesnit SA de CV, contratada por 5 millones de pesos mediante el DABS/GESAI-025-388/SC/199/2022, con anomalías en la adjudicación y entrega de insumos. La Fiscalía General del Estado llevará los casos contra quienes resulten responsables.
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