Viernes 26 Septiembre 2025

Luego de que el día de ayer el empresario, Ricardo Salinas Pliego, propusiera llevar a cabo una mesa de negociación con Claudia Sheinbaum para tratar los adeudos fiscales de sus empresas, la Presidenta de México rechazó tajantemente la idea, argumentando que “no es asunto de negociación en lo oscurito”.

En la “Mañanera del Pueblo” celebrada este 26 de septiembre desde Palacio Nacional, la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, subrayó que el adeudo fiscal que mantiene Salinas Pliego no se resolverá en una mesa de negociación, sino a través de lo promulgado por las leyes constitucionales del país. 

Explicó que las cadenas del empresario tienen el derecho -como cualquier otro contribuyente- a todos los mecanismos de ley para rebatir créditos que les parezcan irregulares, así como descuentos de multas y recargos.

Por su parte, la Procuradora Fiscal, Grisel Galeano, informó que de acuerdo con investigaciones efectuadas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), los negocios de Ricardo Salinas acumulan nueve casos fiscales en litigio por un monto de 48 mil 382 millones de pesos; mientras que cuatro compañías vinculadas entre sí presentan acusaciones de deducciones no válidas, pérdidas fiscales simuladas y consolidaciones indebidas.

También te puede interesar: Ignora Alejandro Barroso a vecinos de Tehuacán durante mesa de trabajo; prefiere el celular que escucharles

Probable demanda de Salinas Pliego contra Claudia Sheinbaum es improcedente

El pasado 24 de septiembre, Grupo Salinas advirtió que se encontraba realizando demandas y acciones legales en Estados Unidos y México por difamación y daño moral contra Claudia Sheinbaum, luego de que la Mandataria expusiera las deudas fiscales que sostiene Ricardo Salinas Pliego. 

Ante esto, expertos en derecho jurídico mencionaron que el proceso es inviable por la Ley de Inmunidades de Soberano Extranjeros promulgada en 1976, impidiendo a Tribunales estadounidenses someter a su jurisdicción a jefes de Estado de otros países.

Del mismo modo, tanto México como Estados Unidos se encuentran sometidos a la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1961, por lo que existe una inmunidad no sólo para diplomáticos, sino también para jefes de Estado respecto al sometimiento a las Cortes o Tribunales de otro país.