Este 2 de febrero es el Día de la Candelaria, históricamente en México celebrado con la elaboración y consumo de tamales. La entidad poblana no se excluye de esta tradición.

Para conmemorar el día, en El Popular, periodismo con causa, se entrevistó a don José Gregorio, quien ha elaborado tamales desde hace más de 30 años, y los vende en la zona de Ciudad Universitaria y Los Héroes.

Actualmente, don José tiene 50 años, pero su camino en la elaboración de esta pieza de gastronomía mexicana inició 30 años atrás, cuando nació su primer hijo.

Rememora que durante esa época, fue despedido de una fábrica en la Ciudad de México, donde residía en ese momento.

Ante el aumento de responsabilidades y la falta de trabajo, recordó que su madre preparaba unos deliciosos tamales, por lo que usó sus ahorros para comprar materiales que le permitieran elaborarlos, venderlos y hacerse de un patrimonio para su familia.

El regreso a su natal Puebla, una mesita prestada por su madre y colocada afuera de un cuarto dieron inicio a la venta de tamales realizada por don José y su esposa Teresa.

Narra que rápidamente se empezó a correr la voz de su emprendimiento y poco a poco fueron aumentando sus ventas.

Con el tiempo, esto le permitió comprarse un triciclo para vender en algunas calles aledañas a su domicilio y ampliar sus ingresos; posteriormente, su esposa Teresa pudo hacer lo mismo para ampliar la distribución hacia otras zonas.

Don José comentó que en un primer momento veía a los tamales como su salvación económica, pero después se convirtieron en su estilo de vida.

Lo que más disfruta de la preparación es realizar todo con su esposa y, de igual manera, disfruta de la plática con muchas personas diversas.

Pero no todo ha sido fácil. El matrimonio compartió que han pasado tiempos complicados, debido a que han sufrido asaltos, fríos intensos e incluso la pandemia, lo cual les impidió realizar ventas en el exterior.

Todo ello, y especialmente el aumento de la inseguridad, actualmente los ha llevado a utilizar un solo triciclo para acudir a realizar ventas en conjunto.

Además de las ventas en la calle, también realizan pedidos para fiestas y eventos religiosos.

Don José y doña Teresa compartieron que gracias a la venta de tamales tanto en la calle como al realizar pedidos para fiestas y eventos religiosos, han sacado adelante a sus tres hijos, quienes ahora son profesionistas.

No obstante, ellos también saben hacer tamales por si en algún momento les es necesario retomar el negocio familiar.

Para el matrimonio y toda su familia, la elaboración y venta de tamales representa esperanza, felicidad y un estilo de vida.

Lee también: Retos y experiencias en la vida de un policía