Puebla tiene una tasa de mortalidad de 5.9 por cada 10 mil habitantes debido a tumores cancerígenos, de acuerdo con la última información proporcionada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el 2021.

A propósito del Día Mundial contra el Cáncer, que se conmemora el 4 de febrero, es importante conocer las estadísticas de esta enfermedad en la entidad poblana, así como las situaciones que potencian la probabilidad de este padecimiento.

Cabe señalar que el estado de Puebla tiene uno de los menores índices de mortalidad a causa de cáncer; sin embargo, es importante realizar chequeos constantes que permitan detectar cualquier padecimiento de esta enfermedad en una etapa temprana.

Pero, ¿qué es el cáncer?

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), “cáncer” es un término amplio para aludir a un conjunto de enfermedades que se pueden originar en casi cualquier órgano o tejido del cuerpo.

Dicha enfermedad surge cuando células anormales crecen de forma descontrolada, sobrepasan sus límites habituales, invaden partes adyacentes del cuerpo y se propagan a otros órganos. 

Los factores que potencian la probabilidad de padecer cáncer son la edad avanzada y el padecimiento de obesidad.

Cabe señalar que los tipos de cáncer más comunes a nivel mundial son el pulmonar, prostático, colorrectal, estomacal y hepático.

Además, los más comunes entre las mujeres son el mamario, colorrectal, cervical y tiroideo.

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Estadísticas de cáncer a nivel nacional

De acuerdo con el último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) emitido en el año 2023 (con cifras de 2021), en México se registraron 90 mil 123 defunciones a causa de tumores cancerígenos; es decir, representa el 8% del total de muertes.

Durante ese mismo año, las entidades federativas que registraron una mayor tasa de padecimientos cancerígenos fueron la Ciudad de México, Colima, Veracruz, Sonora, Chihuahua y Morelos.

Mientras que la tasa más baja de defunciones fue registrada en Quintana Roo, Tlaxcala, Guerrero, Puebla, Querétaro Y México, con una tasa 4.7 a 6.2 defunciones por cada 10 mil habitantes.

Testimonio: Mirjam Arana vivió cáncer de tiroides a sus 16 años

Mirjam Arana Bautista compartió con El Popular, periodismo con causa, su experiencia tras padecer cáncer de tiroides a sus 16 años.

En septiembre de 2021, tras varios intentos por bajar de peso, Mirjam –quien era menor de edad en ese entonces– asistió acompañada por su familia con un endocrinólogo que le detectó cáncer de tiroides.

Tras vivencias cercanas con personas que tenían padecimientos cancerígenos, su principal preocupación fue el sufrimiento físico y psicológico, así como la duda de si seguiría con vida.

El 4 de octubre de ese mismo año le realizaron una operación para retirar la tiroides y los dos tumores malignos; no obstante, recuerda la recuperación como la vivencia más dolorosa del proceso, puesto que la cirugía fue en la zona de la garganta.

Luego de la operación llegó su choque emocional más fuerte, puesto que aunque le retiraron la tiroides, esto devino en un aumento aún mayor de peso, así como en un desequilibrio hormonal muy grande.

Un mes después de dicha cirugía se sometió a una radiación de yodo, y previo a esto tuvo que dejar de consumir sodio durante un mes, lo cual la limitaba bastante en su dieta alimentaria.

Mirjam reconoce que su familia la apoyó bastante, pues su madre la acompañaba a cada consulta y estuvo con ella durante su hospitalización.

Además, su papá fue quien cubrió todos los gastos médicos, que representaron una suma bastante elevada, dado que la hospitalización fue en un hospital privado de la capital poblana.

Afortunadamente, tras la radiación el cáncer pudo ser totalmente eliminado.

La joven compartió que el proceso fue rápido, –solamente duró dos meses en total–; ella es consciente de que ello se debe a cierto privilegio económico que tenía su familia en ese momento; sin embargo, refirió que muchas personas pierden la vida porque el sector público de salud es rebasado por los padecimientos cancerígenos.

Finalmente, Mirjam ha reflexionado que la mayor enseñanza que le dejó el haber atravesado esta enfermedad fue valorar el amor de su familia y el de su vida.

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