El Moralillo: Un Viaje al Tianguis más Grande y Antiguo de la Mixteca

Los productos ofrecidos en El Moralillo son un reflejo de la tierra: frutas y verduras libres de químicos, cosechadas en huertos familiares, que garantizan frescura y calidad.

El Moralillo: Un Viaje al Tianguis más Grande y Antiguo de la Mixteca
Freddy Angón El Moralillo: Un Viaje al Tianguis más Grande y Antiguo de la Mixteca

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El Moralillo, el tianguis más grande y antiguo de la Mixteca, ha sido un mercado central para la comunidad durante aproximadamente 80 años. Iniciado con unos pocos comerciantes centrados en la venta de ganado, ha crecido hasta convertirse en un punto de encuentro vital para la región.

Este mercado no es solo un lugar de comercio; es un espacio donde se preserva la milenaria práctica del trueque. En un área designada, los visitantes pueden observar e incluso participar en el intercambio de productos básicos como maíz y frijol por frutas y verduras de temporada. Este trueque no es una simple transacción comercial; es un acto de comunidad y generosidad que refleja la rica herencia cultural de la Mixteca.

Los productos ofrecidos en El Moralillo son un reflejo de la tierra: frutas y verduras libres de químicos, cosechadas en huertos familiares, que garantizan frescura y calidad. El aguacate criollo, los jitomates, limones, chiles y cilantro son solo algunos de los productos que se pueden encontrar, junto con frutas de temporada como zapote negro, pitayas, mangos, ciruelas y guayabas.

El tianguis también es un lugar de diversidad, donde se puede encontrar desde aves de corral y forraje hasta alimentos preparados como barbacoa, mariscos y cemitas, así como ropa, muebles y artesanías. Con un padrón de alrededor de mil comerciantes, El Moralillo se ha convertido en uno de los centros económicos y de convivencia más importantes de la región.

Visitar El Moralillo es una experiencia cultural. Es una oportunidad para conectar con las raíces de la Mixteca, saborear los productos locales y ser parte de una tradición que ha resistido el paso del tiempo. Para aquellos interesados en experimentar esta actividad única, basta con llevar un producto de la canasta básica y negociar con los comerciantes presentes