El día que Marilyn Cote nos engañó
Marilyn Cote, quien se presentó como experta en criminología, promovió el libro falso "El Psicodiagnóstico de Rorschach en la Perfilación Criminológica" afirmando tener vínculos con Natalie Portman, el FBI, el hermano de Enrique Peña Nieto y con Sasha Sokol.
Todo empezó un dos de febrero de 2023, cuando la secretaría de Cultura del Gobierno del Estado, en ese entonces encabezada por Sergio Vergara Berdejo, anunció la presentación del libro de la doctora Marilyn Cote, “El Psicodiagnóstico de Rorschach en la Perfilación Criminológica”, a realizarse el 3 de marzo del mismo año, a las 17 horas, en el auditorio de la Biblioteca Pública Miguel de la Madrid, en el Barrio del Alto. Días después, una persona que se hacía llamar María José Vallejo, contactó a través de un número de San Diego, Estados Unidos, a diversos medios de comunicación para pagar entrevistas de la doctora para promocionar la presentación de su libro. En su reseña personal, reforzado por su perfil en Doctoralia -la plataforma mundial que conecta profesionales de la salud con pacientes- decía provenir de una familia italo-mexicana, doctora en medicina y un PHD en psicología clínica, con altas especialidades en neurociencias, neuropsiquiatría, conducta criminal y trastornos mentales. También resaltaba los reconocimientos que había recibido a nivel mundial en países como Italia, Francia, Noruega, Países Bajos, California, Massachusetts y México. Presume vínculos con Sasha Sokol y Natalie PortmanDecía haber trabajado en el FBI, durante 4 años, y haber recibido galardones por la revista Forbes, Doctoralia Awards y la universidad de San Diego CA, además de haber sido mentora y asesora principal en la “defensa profesional en Psicología de la ganadora del Óscar Natalie Portman por la Universidad de Harvard”. El libro, explicaba María José Vallejo a través de WhatsApp, sería presentado por el doctor y esposo de Marilyn, Rodrigo Peña Orcajo y Castelán, medio hermano del expresidente de México Enrique Peña Nieto y médico especialista en Psiquiatría de Enlace, y por una licenciada de nombre Angélica Espinosa Flores. En los mensajes, hacían énfasis en que Cote era de origen romana, de padre franco-italiano y madre mexicana, que residía en San Diego, pero que no era estadounidense, y que consultaba en Puebla. Al momento de la entrevista, en un acento gringo fingido, la seudo doctora explicaba que desde que tenía 4 años de edad quería “curar cabezas” y que desde entonces quería estudiar medicina, pero sus padres se lo prohibieron y terminó cursando la carrera de Leyes, el único título profesional con el que cuenta que hasta el momento se ha podido comprobar. “Su espíritu revolucionario y su pasión, la llevaron a cursar a escondidas dos carreras, las cuales conjuntó para forjar un perfil con más de 20 años de experiencia en analizar el comportamiento criminal”, declaró en la entrevista. Cote Mendieta explicó que el dinero recaudado por la venta de su libro sería donado para apoyar a víctimas de violación con el apoyo de artistas como Sasha Sokol y Natalie Portman, de quien insistía fue su mentora y asesora principal. Culpan al Hospital Central Militar de campaña de desprestigioHasta ayer (jueves) que El Popular, periodismo con causa, contactó a su asistente, María José Vallejo, negó todas las acusaciones que estaban circulando en redes sociales y medios de comunicación por fraude y por prescribir medicamentos controlados con recetas falsas y sin cédula profesional de por medio. Vallejo culpó a la “encargada de psiquiatría del Hospital Central Militar” de orquestar la supuesta campaña de difamación en su contra y aseguró que Marilyn Cote seguía “trabajando como siempre”; además de desacreditar a la prensa: “los medios de comunicación serios nadie habla de ella”. La última conversación con El Popular, desde el número que tiene dado de alta en su consultorio ubicado en el piso 17 de las Torres Médicas de Angelópolis, en el hospital Mac, aceptaron que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) estaba realizando una inspección en sus instalaciones, pero que en cuanto se fueran era “realmente necesario limpiar el nombre de la doctora”. Después de que se hizo pública la clausura del consultorio por irregularidades como no contar con aviso de funcionamiento y no presentar cédula profesional, dejaron de contestar llamadas y mensajes. |