El sensor puede detectar estas moléculas a través de fluidos más accesibles y menos invasivos como la saliva, lágrimas y sangre
Un grupo de investigadores de la BUAP está trabajando en un biosensor electroquímico innovador, creado a partir de hidroxiapatita y óxido de grafeno reducido, que podría facilitar la detección de moléculas clave para la salud, como la dopamina y la glucosa. Lo interesante de este proyecto es que el sensor puede detectar estas moléculas a través de fluidos más accesibles y menos invasivos como la saliva, lágrimas y sangre, lo que lo convierte en una herramienta muy prometedora para los pacientes. El equipo de investigación está formado por los doctores María Josefina Robles Águila, Rocío Aguilar Sánchez, y Salvador Carmona Téllez, junto con el estudiante José Javier Ruíz Osorio. La doctora Robles Águila, quien lidera el grupo, explicó que la dopamina es crucial para el cerebro y que un desajuste en sus niveles puede desencadenar enfermedades como depresión, Parkinson y Alzheimer. De ahí la importancia de medirla con precisión. ![]() Por otro lado, la glucosa es esencial para el funcionamiento del cuerpo, pero cuando sus niveles son altos, puede causar diabetes, que afecta a millones de personas en México. Los investigadores están desarrollando este biosensor precisamente para medir los niveles de ambas sustancias de manera más sencilla y precisa, lo que podría ayudar en diagnósticos tempranos y mejorar los tratamientos. El proceso consiste en diseñar electrodos con este compuesto y, a través de un sistema electroquímico, medir la corriente eléctrica generada para detectar las biomoléculas. En las primeras pruebas, ya se logró detectar dopamina, con un límite de 0.166 μM/L, y este año comenzarán a trabajar con la glucosa. La doctora Robles Águila destacó que el óxido de grafeno es un material clave para este tipo de tecnología, ya que es extremadamente delgado y tiene propiedades eléctricas, mecánicas y superficiales que lo hacen ideal para la fabricación de electrodos. Además, mencionó que la hidroxiapatita es biocompatible, lo que hace que este proyecto sea aún más atractivo para su uso en aplicaciones biomédicas. Este avance tiene el potencial de revolucionar la forma en que monitoreamos y tratamos enfermedades relacionadas con la dopamina y la glucosa, haciendo los diagnósticos más accesibles y menos invasivos para los pacientes.
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