El presidente estadounidense Donald Trump negó que su país busque una guerra abierta con Irán
Las tensiones en Medio Oriente alcanzaron un nuevo punto crítico este fin de semana, luego de que Estados Unidos e Israel emprendieran una ofensiva conjunta contra tres instalaciones nucleares clave en territorio iraní. Los ataques tuvieron como objetivo las plantas de Fordo, Natanz e Isfahán. De acuerdo con fuentes militares estadounidenses, la operación, denominada Martillo de Medianoche, involucró la participación de 125 aeronaves, incluidos bombarderos furtivos B-2, y empleó tecnología de última generación, como las poderosas bombas antibúnker GBU-57 MOP, diseñadas para penetrar fortificaciones subterráneas. La ofensiva, según el Pentágono, habría causado “daños extremos” en las instalaciones nucleares. Pese a la magnitud de la operación, el presidente estadounidense Donald Trump negó que su país busque una guerra abierta con Irán. “Nuestro objetivo es neutralizar la amenaza nuclear de un régimen que financia el terrorismo a nivel mundial”, declaró el mandatario, quien también calificó el ataque como un “éxito militar espectacular”. Funcionarios estadounidenses aseguraron que el objetivo es frenar la capacidad de enriquecimiento de uranio de Irán, aunque el propio Teherán sostiene que su programa nuclear tiene fines exclusivamente civiles. Desde Teherán, la reacción fue inmediata. El canciller Abbas Araghchi denunció los ataques como una “grave violación del derecho internacional” y del Tratado de No Proliferación Nuclear, asegurando que su país “se reserva todas las opciones” para responder. Horas después del bombardeo, Irán lanzó misiles contra ciudades israelíes como Tel Aviv y Haifa, dejando al menos 86 heridos, según reportes de las autoridades. Por su parte, Israel declaró haber atacado múltiples objetivos militares en Irán, mientras que la Media Luna Roja iraní acusó al ejército israelí de haber bombardeado hospitales y centros médicos. Aunque medios iraníes aseguran que las instalaciones nucleares ya habían sido evacuadas con anticipación, Estados Unidos insiste en que los ataques fueron devastadores. El general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto, indicó que las evaluaciones iniciales muestran una “destrucción significativa” de los sitios estratégicos. Sin embargo, aún no hay señales claras de cuánto se ha logrado frenar realmente la capacidad nuclear iraní. Organismos internacionales como el OIEA y gobiernos regionales, entre ellos Arabia Saudita, señalaron que no se han detectado niveles anormales de radiación. Expertos coinciden en que Irán enfrenta ahora una difícil decisión: escalar el conflicto mediante represalias inmediatas, optar por una respuesta calculada en el tiempo, o volver a la mesa de negociaciones. Analistas como el corresponsal Frank Gardner de la BBC consideran que cualquier acción elegida podría redefinir el equilibrio de poder en la región. Te puede interesar: Hombre de la tercera edad es asaltado tras salir de casa de citas en el Centro de Puebla Mientras tanto, las hostilidades se intensifican tras el ataque inicial de Israel el pasado 13 de junio, lo que marcó el inicio de una guerra aérea con intercambio continuo de misiles y drones.
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