10 Agosto 2025

El arzobispo de Puebla, monseñor Víctor Sánchez Espinosa, presidió la Santa Eucaristía en la comunidad de la parroquia Santa Clara de Asís, en vísperas de su fiesta patronal. Durante la celebración, oró por el niño Fernandito, asesinado en el Estado de México, y por el presbítero Edgardo Camilo Antonio, fallecido en un accidente.

En su homilía, el prelado se pronunció sobre la creciente violencia e inseguridad en Puebla y en todo México. “No solo lo vemos en el norte, aquí también”, advirtió, e hizo un llamado a no ignorar la realidad y a construir ambientes de fraternidad ante el clima de violencia que aqueja al país.

Expresó su preocupación por el incremento de la violencia y alertó sobre el riesgo de caer en la indiferencia social. Llamó a las y los fieles a mantenerse vigilantes, tratar con dignidad a cada persona y buscar un equilibrio entre la libertad y la seguridad.

Recordó que “la violencia en el país nos lastima a todas y todos” y que esta situación ha generado miedo e inseguridad, provocando que muchas personas se vuelvan “hurañas y agresivas”. Retomando el Evangelio, subrayó que vivir atentos y preparados implica ser dignas y dignos de confianza y cumplir con fidelidad las responsabilidades personales y comunitarias. 

“Lo contrario de estar atentos no es simplemente vivir distraídos, sino tratar mal a las demás personas”, enfatizó, al pedir la construcción de un ambiente fraterno como la mejor forma de esperar el regreso de Jesús.

También advirtió sobre los espejismos de felicidad promovidos por el consumismo y el materialismo, los cuales —aseguró— fomentan falsas libertades y pueden conducir a la decadencia social

“Necesitamos un equilibrio entre libertad y seguridad; si no, terminaremos encerrados en nosotras y nosotros mismos”, apuntó.

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Finalmente, instó a no perder la esperanza y a buscar espacios de creatividad para superar el miedo y la violencia. 

“El verdadero discípulo siempre tendrá en su corazón un remanso de paz y un sano optimismo”, concluyó.