El doctor Jorge Morales Flores, médico y dramaturgo poblano, falleció a los 96 años, dejando como legado la creación y dirección de la obra El eterno redentor, una de las representaciones más emblemáticas de la Pasión de Cristo en la junta auxiliar Ignacio Romero Vargas, donde por más de cinco décadas encarnó a Jesús de Nazaret y consolidó una tradición cultural reconocida a nivel nacional e internacional. También puedes leer: ¿Por qué regalan flores amarillas el 21 de septiembre? Aquí te lo contamos Una vida entre la fe, el arte y la medicinaDesde 1960, Jorge Morales inició la puesta en escena que originalmente se llamó El divino salvador y luego fue reescrita como El eterno redentor. Fue autor, director y actor: interpretó el papel de Jesús de Nazaret de forma ininterrumpida durante 50 años, lo que le valió su ingreso al Libro Guinness de los récords. Además, Morales recibió reconocimientos religiosos y culturales, entre ellos una distinción del Papa Juan Pablo II, por su obra artística que integraba la fe con la comunidad. Aunque en años recientes ya no actuaba con regularidad en la obra, seguía ligado al proyecto como mentor y organizador, coordinando los ensayos que llegaban a realizarse incluso en el patio de su consultorio, ubicado en la calle Hombres Ilustres 47, en Romero Vargas. Impacto y legado culturalLa obra El eterno redentor se convirtió con el tiempo en un símbolo cultural de Puebla, con cientos o miles de actores comunitarios y la atención de medios nacionales e internacionales. Fue suspendida durante la pandemia de COVID-19 en 2020 y 2021, un hecho inédito en su historia. El Cuadro Artístico San Pablo de Tarso —fundado por Morales— representó para muchos habitantes de Romero Vargas una tradición que trasciende generaciones. Las muestras de condolencia han llegado en redes sociales y medios locales, destacando su compromiso espiritual, su entrega artística y su rol de guía para jóvenes actores. Con la partida del doctor Jorge Morales Flores, la comunidad poblana pierde a un referente cultural y espiritual. Su obra —un puente entre teatro y devoción— queda como testimonio de que el arte puede convertirse en parte viva de la identidad local. |