12 Octubre 2025

La Sierra Norte de Puebla vive días de duelo. Las lluvias más intensas de los últimos años han dejado 12 personas muertas, 11 desaparecidas y miles de familias desplazadas. En los caminos destruidos, en los albergues improvisados y en los centros de salud, se reconstruye poco a poco la vida de una región golpeada por la fuerza del agua.

En comunidades como Huauchinango, Xicotepec, Nauzontla, Tlatlauquitepec y Jalpan, los deslaves arrasaron casas y bloquearon carreteras. Brigadas de rescate trabajan sin descanso entre montañas inestables, mientras las familias esperan noticias de sus seres queridos.

La CFE informó que más de 26 mil usuarios se quedaron sin luz, aunque ya se ha restablecido más del 50 %. La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes reportó 13 cortes carreteros; 10 ya fueron atendidos. En tanto, el Recinto Ferial de Huauchinango funciona como refugio temporal y centro médico, donde más de 250 personas han recibido atención.

La lucha hasta el final y el duelo en Xicotepec

En Xicotepec, la lluvia también trajo luto. Una bebé que había sido rescatada del hospital de La Ceiba no logró sobrevivir. Su historia, que había encendido la esperanza de todo el personal médico, terminó con un silencio que dolió en cada pasillo del hospital. La noticia fue confirmada por las autoridades de salud, que la despidieron con un minuto de aplausos.

Mas detalles: Confirman muerte de bebé rescatada del hospital de La Ceiba en Xicotepec

Tras permanecer alrededor de 14 horas bajo atención médica, ventilación mecánica y monitoreo constante, la bebé no resistió: sufrió un paro cardiorrespiratorio y falleció. Para su familia y los equipos que la atendieron, la pérdida retumba con fuerza: en medio del desastre, su historia desnuda la vulnerabilidad de quienes dependen de un sistema que colapsa cuando las emergencias no dan tregua.

“Se brindó atención inmediata y profesional, en medio de una situación extremadamente adversa”, señaló la administración estatal mediante un comunicado.

Concluye sin vida la búsqueda de un tigre de Bengala

Al principio se escucharon rumores de la huida de un tigre herido caminando bajo la lluvia, asustado y perdido. El tigre de Bengala que escapó del zoológico Animalia, tras los daños que dejó el temporal del 10 de octubre, se volvió protagonista de una búsqueda frenética. Equipos municipales, estatales y federales rastreaban cerros cercanos, desplegando vigilancia, veterinarios y patrullas, mientras comunidades observaban con temor y asombro el despliegue alrededor del cerco que alguna vez fue su hogar.

Finalmente, fue hallado sin vida entre ramas y árboles próximos al zoológico, informaron autoridades locales. Con alrededor de 130 kilogramos de peso, el ejemplar fue localizado en el lugar donde comenzó el operativo de rescate. Aunque hasta ahora no se han aclarado las causas precisas de su muerte, una evaluación veterinaria y técnica se espera para confirmar si fue la huida, la caída de algún árbol o piedra pesada la exposición o el estrés lo que le quitó la vida.

Profepa confirma que el ejemplar fue hallado sin vida
Profepa confirma que el ejemplar fue hallado sin vida

La jóven médica que resiste desde Chachahuantla

En Chachahuantla, municipio de Naupan, la clínica rural quedó inhabitable. Aun así, Lisset Guerrero, médica pasante de la BUAP, decidió quedarse. “Estoy bien, me resguardé con una familia que me abrió las puertas de su casa”, contó en un video que circuló entre el personal de salud.

Más detalles: Testimonio: Lisset, médica pasante de la BUAP resiste en Naupan tras devastación por el huracán

Con una planta de luz prestada y un refrigerador rescatado por el comité de salud, logró conservar algunos medicamentos y continuar atendiendo a las y los habitantes desde un pequeño consultorio improvisado en las oficinas de la Presidencia Auxiliar. 

Con diez meses de servicio en la zona, Lisset habla de Chachahuantla como si fuera su propio hogar. “Esta comunidad es mi casa, es mi centro de trabajo. Estoy sola, pero me siento parte de ella”, dice emocionada. Su perra Canela sobrevivió junto a ella, mientras el acceso por carretera sigue bloqueado y la comunicación es casi nula. 

Su mensaje resonó en redes sociales, la comunidad de ciencias de la salud, se organiza para enviarle ayuda, para acompañarla, mientras ella sigue pidiendo apoyo y documentando la pérdida de su clínica en redes sociales 

Entre reclamos y acusaciones, la ayuda gubernamental llega

El gobernador Alejandro Armenta y la presidenta Claudia Sheinbaum recorrieron este fin de semana los municipios afectados. Supervisaron el despliegue de brigadas interinstitucionales, la reapertura de carreteras y la atención a damnificados. “No están solos”, aseguró Sheinbaum al encabezar la entrega de apoyos en Huauchinango.

Más detalles: Sheinbaum llega a Puebla y supervisa apoyo a personas damnificadas en Huauchinango

Sin embargo, varias personas reclamaron enérgicamente a la presidenta Claudia Sheinbaum, acusaron y señalaron al alcalde de Huauchinango Rogelio López Angulo de no estar a la altura del desastre, de mostrarse lento, de no cumplir a su pueblo. Usted dice que sí trabaja, pero la gente me dice que no y la verdad yo prefiero creerle a la gente”confrontó la primer mandataria a un alcalde timorato, titubeante, palidecido ante el reclamo popular y el regaño presidencial

La CFE informó que más de 26 mil usuarios se quedaron sin luz, aunque ya se ha restablecido más del 50 %. La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes reportó 13 cortes carreteros; 10 ya fueron atendidos. En tanto, el Recinto Ferial de Huauchinango funciona como refugio temporal y centro médico, donde más de 250 personas han recibido atención.

Una región en reconstrucción

El Gobierno estatal calcula más de 30 mil personas damnificadas y 16 mil viviendas afectadas. La Secretaría de Gobernación instaló albergues, comedores y módulos de apoyo en los 37 municipios dañados.

Aun con caminos bloqueados y lluvias intermitentes, las comunidades se organizan. Familias enteras limpian sus casas, voluntarios distribuyen víveres y jóvenes colaboran en la reparación de caminos vecinales. En la Sierra, la reconstrucción ya comenzó, pero el duelo aún no termina.

En cada cerro y en cada albergue hay una historia que duele y otra que inspira. Las manos que remueven piedras son las mismas que ofrecen pan. En Naupan, los niños ayudan a cargar botellas de agua; en Xicotepec, una enfermera seca lágrimas mientras revisa heridas; en Huauchinango, una joven médica prende una planta de luz para mantener viva la esperanza.