Miércoles 12 Noviembre 2025

La IBERO Puebla realizó este miércoles el Cuarto Simposio Migrante: Diálogos desde la Movilidad Humana y la Justicia Social, un espacio de intercambio académico y social que busca colocar el tema migratorio en el centro de la agenda pública.

Durante la inauguración, la directora del Departamento de Ciencias Sociales, Nadia Castillo Romero, destacó la trayectoria de más de 25 años de la Universidad en el estudio e incidencia en materia de migración y los desafíos que enfrentan las personas en situación de movilidad.

Señaló que el Programa Universitario en Migraciones (PROUMI) continuará consolidándose como un referente para generar conocimiento, alianzas y acciones que promuevan la dignidad y los derechos humanos de las personas migrantes.

El académico Guillermo Yrizar Barbosa comentó que las migraciones “irregularizadas, invisibilizadas y con alta vulnerabilidad” seguirán siendo uno de los mayores retos de las próximas décadas. En este contexto, enfatizó la necesidad de fortalecer la investigación y las políticas públicas que garanticen condiciones dignas de movilidad.

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Durante el encuentro se presentó el primer informe de labores del PROUMI, en el que participaron Conrado Bonifacio Zepeda Miramontes, SJ, y Gabriela González Ruiz, quienes coincidieron en que la migración entre México y Estados Unidos responde a una estructura económica global que, aunque criminaliza a los migrantes en el discurso, depende de ellos en sectores esenciales de la economía.

El simposio culminó con la conferencia magistral “Acompañamiento, investigación académica y buenos problemas”, impartida por el profesor Robert C. Smith, de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. En su ponencia, el investigador resaltó el papel del conocimiento académico como herramienta de transformación social y defensa de los derechos humanos.

Smith compartió experiencias de proyectos con impacto tangible, como DACA Access, que contribuyó a visibilizar injusticias en la política migratoria estadounidense y a su defensa ante la Corte Suprema. Subrayó que acompañar a las personas migrantes significa “no dejarlas caminar solas”, una premisa que, dijo, refleja la esencia del compromiso social jesuita.