Puebla ahora cuenta con dos joyas culinarias que contarán con la protección y preservación de patromonio cultural y gastronomico con la declaratoria del pan relleno de queso de Zacatlán y el Colexo de Zinacatepec dentro de esta denominación que reconoce el valor cultural e histórico de ambas preparaciones. En el primer caso, se destacó el proceso artesanal del pan de queso, una receta que desde 1910 ha acompañado la vida cotidiana de la Sierra Norte. Panaderías como La Fama de Zacatlán, fundada por Aureliano Díaz Pérez, y la Panadería Vázquez, creada por Jesús Vázquez y Senorina Oropeza, fueron pioneras en su elaboración. El producto se transportaba en mulas por los terrenos accidentados, lo que permitió su difusión en comunidades vecinas. La tradición se mantiene gracias a la fidelidad a los métodos tradicionales, con cada panadería preservando su propia revoltura de ingredientes. La receta incluye harina de trigo, azúcar, manteca de cerdo, huevo, queso fresco, sal de mar, ajonjolí, anís, canela, carbonato y masa madre. El decreto establece medidas de preservación cultural, como talleres de inducción, jornadas educativas, un registro histórico de panaderías tradicionales, la creación de un Consejo Consultivo de Panaderías Tradicionales de Zacatlán, y la instauración del “Día de las y los Panaderos”. Te puede interesar: Puebla refuerza cuidado y conservación del Centro Histórico La declaratoria también reconoce la diversidad del pan zacateco, con variedades como almohadas, bicicletas, burras, cuelgas, cuernos, gusanos, japonesas, morelianas, muertos, picadas y roscas de Reyes, todas con el característico relleno de queso. Por otro lado, el Colexo de Zinacatepec fue distinguido por su papel en las celebraciones comunitarias y la participación central de las mujeres en su preparación, donde figuras como la colexera y la casera son fundamentales. |