Decenas de jóvenes lectores asistieron al encuentro con la autora mexicana para hablar sobre la importancia de narrar lo cotidiano en la literatura, así como de reconocerse a uno mismo como escritor. El pasado fin de semana Cristina Rivera Garza, autora de obras como El invencible verano de Liliana y Nadie me verá llorar, tuvo un diálogo con decenas de lectores y jóvenes escritores en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2025. Durante la charla, la escritora habló desde un lugar íntimo: el punto donde la ficción se encuentra con la vida real; donde los archivos, las biografías y los documentos obligan a los autores a preguntarse quién tiene derecho a contar la historia del otro. Rivera confesó que la búsqueda de archivos durante su formación marcó su manera de escribir y entender la literatura: “Quería saber qué le había pasado a la gente de aquí, a la gente como yo que iban al cine todavía, salían a desayunar, estaban encerrados en sus casas.Tenía esa serie de preguntas muy cotidianas”, explicó. Tras una hora de diálogo con el público sobre sus inicios, sus dudas, el peso de la memoria y la relevancia de narrar desde las grietas de la vida cotidiana, la autora también invitó a las y los jóvenes a reconocerse como escritoras y escritores, hablando del pudor y la valentía que implica nombrarse de esa forma. También te puede interesar: Arzobispo abre Feria Guadalupana y confirma apoyo institucional a Armenta ¿El invencible verano de Liliana tendrá una versión fílmica?Cristina Rivera Garza es una autora mexicana conocida por abordar temas como la violencia de género, la memoria y la denuncia social; sin embargo, su novela El invencible verano de Liliana aborda de manera biográfica, a través de las memorias de su hermana Liliana, la impunidad que existe en México respecto a los feminicidios. Durante su encuentro con jóvenes lectores en la FIL Guadalajara 2025, la autora adelantó que, además del monólogo que realizó la actriz Cecilia Suárez sobre la obra, hay una película documental que está en ciernes y a cuyo director vería esa noche en Guadalajara. Respecto al cuestionamiento del por qué la cara de Liliana aparece en la portada del libro, la escritora contestó lo siguiente: “Quería que la familia del feminicida la viera en todos lados. No pudieron con ella y no van a poder, sigue aquí, como siguen tantas” |