A más de once años de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, sus madres y padres volvieron a marchar por la Ciudad de México con un mismo propósito: no dejar que la esperanza se extinga. Este viernes, el contingente avanzó rumbo a la Basílica de Guadalupe, donde se realizó una celebración religiosa como acto de fe y resistencia ante la ausencia de respuestas definitivas sobre el paradero de sus hijos. La movilización se enmarca en el aniversario de la desaparición forzada de los alumnos de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, ocurrida entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, un caso que sigue siendo uno de los símbolos más dolorosos de la crisis de derechos humanos en el país. Antes de iniciar la marcha, los familiares explicaron que acudir al Tepeyac representa un espacio para reencontrarse con la fortaleza espiritual después de años de lucha ininterrumpida. Melitón Ortega, vocero de los padres y madres, señaló que el paso del tiempo ha dejado un profundo desgaste físico y emocional, acentuado durante el último año, así como por la muerte de algunos familiares que fallecieron sin conocer la verdad sobre sus hijos.
Durante el recorrido, Ortega recordó que la pérdida más reciente fue la de Genoveva Sánchez Peralta, madre de uno de los normalistas desaparecidos, quien murió a principios de este mes. “Se han ido sin saber dónde están sus hijos”, expresó, subrayando que esa ausencia también impulsa a quienes continúan la búsqueda. A pesar del cansancio acumulado, los familiares insistieron en que la visita anual a la Basílica se ha transformado en un ritual de resistencia. Para ellos, mantener la fe no implica resignación, sino la convicción de que la lucha sigue teniendo sentido mientras no se conozca el destino de los estudiantes. En el plano político, los padres y madres se refirieron con cautela a la posibilidad de que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) retome el caso, tras declaraciones recientes del gobierno federal. Si bien consideraron que podría abrir nuevas líneas de investigación, insistieron en que la confianza solo podrá construirse con acciones concretas. Te puede interesar: Rey Apocalipsis, luchador del CMLL, lleva apoyo navideño a hospitales poblanos La marcha partió desde la Glorieta de Peralvillo y avanzó por Calzada de Guadalupe, acompañada por estudiantes normalistas, organizaciones solidarias y el equipo legal de las familias.
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