Historia de la Vía Atlixcáyotl, la avenida más polémica en Puebla

La Vía Atlixcáyotl ha sido el centro de atención durante años, sobre todo cuando se habla de movilidad y desarrollo urbano en Puebla

Concebida como una solución integral para el creciente tráfico vehicular en la ciudad de Puebla, surgió la propuesta de la Vía Atlixcáyotl, una arteria que conectaría importantes puntos de la ciudad. 

Desde su diseño hasta su ejecución, la obra fue planificada para ofrecer una experiencia fluida para conductores y ciclistas. 

Se planificaron carriles amplios, distribuidores viales y puentes elevados como algunos de los elementos que tienen el propósito de facilitar el flujo constante de vehículos, reduciendo significativamente los congestionamientos.

¿Quién construyó la Atlixcáyotl?

En la planeación y construcción de la obra estuvo involucrado el Gobierno del Estado de Puebla, quien participó en el ordenamiento, regulación y control habitacional, territorial y ecológico de la región que comprende los municipios que abarca la obra.

Todo el proceso comenzó en 1990, durante el gobierno de Mariano Piña, con la expropiación de terrenos en la zona.

Posteriormente se puso en marcha el programa para la reserva territorial durante el gobierno de Manuel Bartlett y Melquíades Morales, en los años de 1993 a 2005.

Así como en las administraciones posteriores, de Mario Marín (entre 2005 y 2011), hasta llegar a la ampliación de los carriles en el gobierno de Rafael Moreno Valle.

Lo anterior se realizó en colaboración con la iniciativa privada, que se encontraba presionando en busca de nuevos lugares para el intercambio comercial y de servicios. 

Todo esto haciendo uso del “Fideicomiso Público Atlixcáyotl-Quetzalcóatl", creado con la prioridad de dar continuidad al Programa de Desarrollo Regional Angelópolis.

¿Para quién es esta obra?

El principal propósito de la Vía Atlixcáyotl fue el desarrollo de una zona habitacional y de servicios, destinada a convertirse en un distrito urbano, comercial, cultural y turístico poderoso en la región.

Dicho proyecto tenía como objetivo principal promover la creación de espacios residenciales con infraestructuras modernas y servicios adecuados, equipamientos urbanos y servicios comerciales y financieros para mejorar la calidad de vida de las y los poblanos, enfocándose en la clase social más alta.

También se contemplaron medidas de integración de espacios para la movilidad de peatones y ciclistas, entre ellos un diseño de aceras amplias, ciclovías, espacios verdes y áreas de descanso.

Ello para fomentar la movilidad activa y el uso de medios de transporte no motorizados en el corredor urbano.

De igual manera, se buscó un uso eficiente del suelo, y se consideró la ubicación estratégica de la vía para actividades de mayor rentabilidad y valor, como la creación de áreas residenciales y equipamientos para clases altas. 

Un ejemplo son los centros comerciales como el Angelópolis, Solesta, Sonata, Palmas Plaza, Vía San Ángel y fraccionamientos o unidades habitacionales como la Torre Helea, La Vista, Lomas de Angelópolis.

Controversias sobre la movilidad peatonal y ciclista de la Atlixcáyotl

No obstante, a lo largo del tiempo ha habido diversas polémicas en torno al diseño de movilidad y peatonal planteado por la Atlixcáyotl, pues son muchos los peatones, ciclistas, motociclistas, automovilistas y usuarios del transporte público que transitan en dicha zona.

Entre los sucesos más destacados que han ocurrido en esta vialidad durante los últimos meses, se encuentran: los cierres de retornos, gracias a los estudios realizados con la nueva Ley de Movilidad; el atropellamiento de una joven estudiante de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la BUAP; la marcha convocada el 9 de febrero como consecuencia de dicha tragedia, la cual a su vez derivó en un enfrentamiento violento entre manifestantes, automovilistas y presuntos grupos de choque.

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