Puebla enfrenta caos vial ante el aumento de vehículos en la ciudad

En las últimas dos décadas, el número de vehículos en Puebla ha experimentado un aumento del 143%, lo que ha desbordado las capacidades de las vialidades en la zona metropolitana. Este crecimiento en la cantidad de vehículos ha resultado en calles saturadas, tiempos de traslado interminables y un sistema de transporte público que no da abasto. 

Aunque las autoridades han impulsado la construcción de nuevas carreteras y ampliaciones, los expertos en movilidad coinciden en que estos esfuerzos no son suficientes para resolver el problema de fondo. 

Rodrigo Tenorio Rivas, presidente del Consejo de Participación Ciudadana de Movilidad en el municipio de Puebla, y Octavio Flores Hidalgo, catedrático de la UPAEP, destacan que el congestionamiento en la ciudad es el reflejo de una planificación urbana deficiente y la falta de opciones de transporte colectivo eficientes.

El problema no solo afecta a la capital, sino a los municipios cercanos como Cholula, Atlixco, Cuautlancingo y San Pedro Cholula, cuyas vialidades se colapsan con el flujo constante de personas que se desplazan entre estos puntos y la ciudad de Puebla. 

La zona metropolitana Puebla-Tlaxcala, que alberga a más de 3 millones de personas, sigue creciendo sin que se logre consolidar un sistema de transporte regional. Según datos del INEGI, la población de la zona aumentó un 14.2% en la última década, lo que implica un incremento proporcional en la demanda de traslados.

A pesar de este crecimiento, el transporte público no ha sido capaz de adaptarse a tal expansión. En este sentido, Octavio Flores señala que la falta de transporte rápido, accesible y seguro obliga a las personas a recurrir al automóvil particular, lo que contribuye a la saturación de las arterias viales. 

En lo que va del siglo, del año 2000 al 2023, la cifra de vehículos automotores registrados en Puebla creció 142.7 por ciento, al pasar de 523 mil 127 a un millón 269 mil 822, según datos del INEGI.

Esta situación también ha incrementado el uso de motocicletas, sobre todo después de la reactivación económica post-pandemia; sin embargo, el mal uso de estas unidades, junto con la falta de medidas de seguridad, ha generado una ola de accidentes viales.  

El testimonio de usuarios del transporte público refleja lo grave de la situación. Sandra Hernández, quien utiliza varias rutas de transporte para llegar a su trabajo, enfrenta diariamente un viaje que le consume hasta tres horas de su día, entre tiempos de espera, unidades saturadas y el estrés por los constantes retrasos. 

“Es estresante e inseguro”, comenta, señalando que la falta de puntualidad y las condiciones deficientes del servicio hacen que la experiencia sea aún más complicada.

A pesar de las recientes obras viales, como la ampliación de la autopista México-Puebla, los expertos aseguran que estas no son una solución definitiva. Más carriles solo invitan a más vehículos, lo que genera una nueva saturación en poco tiempo.

Como ejemplo, mencionan el caso del segundo piso de la autopista, cuya inauguración en 2016 fue pensada para aliviar el tráfico, pero que hoy en día presenta un aforo mucho mayor al proyectado. 

Para los especialistas, la única manera de resolver este caos vial es mejorar el transporte público. Aunque la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA) ha sido 

un avance, su cobertura y frecuencia todavía no son suficientes para cubrir las necesidades de todos los poblanos.

Octavio Flores y Rodrigo Tenorio coinciden en que es crucial que el proyecto de la RUTA siga creciendo, no solo en infraestructura, sino también en calidad del servicio, para lograr que sea la primera opción de transporte para los ciudadanos.