En estos puntos de venta, se ofrecen ajolotes de las especies Altiplano y Ambystoma altamirani, ambas consideradas en peligro según la SEMARNAT
En la capital poblana, específicamente en el Mercado 5 de Mayo y la Avenida 16 Poniente, se comercializan pescados y mariscos; sin embargo, destaca un establecimiento que promueve el consumo de “caldo de ajolote”, a pesar de que este anfibio está catalogado como especie en peligro de extinción, según la Norma Oficial Mexicana. En estos puntos de venta, se ofrecen ajolotes de las especies Altiplano y Ambystoma altamirani, ambas consideradas en peligro según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). Aunque no se trata del ajolote mexicano, su comercialización sigue siendo ilegal. El platillo, ofrecido en el local mencionado, se vende en dos presentaciones:
Las personas que han probado el caldo aseguran que tiene un sabor similar al de pollo, pero sin el fuerte aroma característico de los caldos de mariscos. Los vendedores afirman que esta receta era utilizada por sus abuelos como remedio para la tos. Los ajolotes son vendidos en bolsas de plástico con aire, sin las condiciones adecuadas para su cuidado. Según los comerciantes, se alimentan de charales, lo que evidencia un desconocimiento sobre las necesidades específicas de la especie. El ajolote, conocido por su capacidad de regeneración corporal, es considerado por algunos compradores como una fuente de proteínas “medicinal”. María Huitzitl, hidrobióloga de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) en Lerma, calificó la venta de ajolotes como “dolosa y preocupante” . Explicó que las especies comercializadas, aunque no en riesgo crítico, requieren protección para evitar la disminución de su población. Además, señaló que el trato hacia estos animales en los mercados es denigrante, al ser vendidos por apenas $100 cuando su valor real, debido a su rareza, debería superar los $2,000. Por su parte, Romeo Saldaña Vázquez destacó que la NOM-059 prohíbe la captura, comercio y consumo de ajolotes, estableciendo que solo las Unidades de Manejo para la Conservación y Aprovechamiento de la Vida Silvestre (UMA) están autorizadas para su venta. Hugo Martínez Montalbán, director del santuario de ajolotes Villas Atl en Xonacatepec, advirtió que esta práctica ilegal no solo pone en peligro la existencia de los ajolotes, sino que también afecta el equilibrio del ecosistema al que pertenecen. La situación en Puebla es un claro ejemplo de la necesidad de reforzar la protección de la biodiversidad y generar mayor conciencia sobre la importancia de conservar este emblemático anfibio.
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