Artistas e impuestos: la parte peligrosamente ignorada de la profesión cultural

A pesar de la incertidumbre que existe respecto a la labor artística, hay normas establecidas sobre la misma en las áreas legales y fiscales

Artistas e impuestos: la parte peligrosamente ignorada de la profesión cultural
David Ruiz Artistas e impuestos: la parte peligrosamente ignorada de la profesión cultural

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A través de la tormenta de sucesos que nos han asaltado en esta era pandémica, existen valientes que han decidido resistir al virus a través del arte, adoptándolo incluso como su profesión.

A pesar de la incertidumbre que existe respecto a la labor artística, hay normas establecidas sobre la misma en las áreas legales y fiscales. Reglas sobre impuestos y obligaciones fiscales que muy comúnmente la comunidad artística desconoce, pero le haría muy bien aprender respecto a la profesionalización en el arte.

De acuerdo con Nomismae Consulting, dedicada al análisis económico de las industrias culturales, 3.6% de la población económicamente activa se emplea directa o indirectamente en este sector. Ese porcentaje de personas produce 7.4% del PIB.

Conversando para El Popular, el contador Adalberto Hernández, director de Cereza Consultores, consultoría contable que se ha especializado en asesoramiento para artistas, nos explicó que existe una falta de conocimiento general sobre el área.

“Para los artistas de cualquier disciplina que buscan participar en proyectos gubernamentales o privados siempre es una bronca, porque piden estar dados de alta y al corriente en el SAT”, comenta el Contador Adalberto, aunque prefiere que lo llamen Adal.

La intención al asesorar a los artistas es ayudar a los artistas a enfocarse en la creación. Y que aprendan también sobre sus obligaciones fiscales y cómo manejarlas. “Por ejemplo, los artistas escénicos pueden hacer deducibles de impuestos sus tatuajes, por la razón económica a la que se dedican, la imagen es una herramienta de trabajo” expone Hernández.

Otro tipo de especificación para los artistas, en especial los plásticos y visuales, es que existen programas de pago de impuestos en especie, obra plástica y gráfica.

El programa pago en especie surgió de la iniciativa de un grupo de artistas que, en 1957, encabezados por el pintor David Alfaro Siqueiros, solicitaron al entonces director del Impuesto sobre la Renta, Hugo B. Margáin, la opción de pagar impuestos con obra plástica de su autoría.

La propuesta fue aprobada y al programa se sumaron algunos de los más importantes artistas del país como Diego Rivera, Rufino Tamayo y Raúl Anguiano, lo que marcó el inicio de un innovador programa fiscal que ofrece a los creadores (mexicanos o extranjeros radicados en México) la posibilidad de cumplir sus obligaciones tributarias con producción artística.


Incluso las botellas de vino que consigas para las amenidades de tus exposiciones, pláticas de negocios o recitales, están relacionadas a tu razón de negocios, dado que tu beneficio económico será mayor que tu beneficio fiscal y pueden aplicar para ser deducibles de impuestos”, nos aclara el Contador.

Cereza nace en 2019 por el trato constante, en mi caso, con artistas. Frecuentemente me llegaban quejas de parte de artistas que encontraban dificultades con las convocatorias y proyectos a los que les interesaba aplicar” recuerda Adal, sobre cómo decidió especializar su labor hacia los artistas. “También quería contribuir a evitar el “caimaneo”, o el abuso por parte de otros “profesionales” hacia la comunidad artística que desconoce los detalles de las reglas fiscales. Tengo varios amigos músicos y actores a los que habían estafado antes”, agrega el profesional. 

Hay un gran desconocimiento de lo que implica ser trabajador del arte. Por ejemplo, 80% tiene un segundo empleo, del que provienen sus principales recursos y acaso la seguridad social.

Comenta para El Popular también Roni, versador y poeta eslamero poblano: "Como artistas, los ingresos varían. Nos causa mucho conflicto y dudas. No es como un trabajo de oficina con un salario fijo. Varía de tus condiciones. El régimen al que perteneces, el proceso de facturación mensual y cómo clasificar tus ingresos. Es un aprendizaje largo y son varios aspectos”.


Tener un contador te ayuda a entender cómo funciona el proceso. Digo, a menos que pertenezcas a una agencia o sello en donde te llevan esa área, como artista independiente al crecer es necesario que aprendas a llevar tus cuentas y facturas. Eso te sirve para abrir las puertas a convocatorias y más proyectos", observa el poeta. 

"Lo que más me angustiaba saber era cómo es el proceso y cada cuándo. Las otras preguntas surgen de cuando ya sabes lo primero: cuándo y qué facturar. Se necesita ser meticuloso", comenta Roni, ganador de varias competencias de Slam de Poesía, especialista en Oralidad Latina y compositor.


“Es importante aprender a guardar y manejar comprobantes y documentos que nos sirvan como evidencias en las declaraciones. También debe existir materialización, es decir, evidencias de las obras de arte y exhibiciones”, declara el contador Adalberto de Cereza.

A Adal le parece que existe la necesidad de generar interés por aprender las obligaciones fiscales. Él opina, “en las universidades dedicadas a las artes, por ejemplo, falta más preparación en el área. Sería muy útil desarrollar seminarios en donde se aprenda a cómo tributar, no solo como artista, si no como profesionista. Cómo llevar el control de tus impuestos”.

El arte nos ha ayudado a mantener la cordura a través de la pandemia. A mi me gustaría poder ayudarles a que se dediquen a la creación y solo ayudarles a poner la “cereza” al pastel en su profesión”, finaliza el contador Adal Hernández.