Hoy se conmemora el Día de las Escritoras, recordemos a seis grandes escritoras mexicanas

Esto es con el objetivo de generar una conversación y visibilizar el mundo de la literatura tan dispar en oportunidades al que las mujeres se enfrentan.

Amparo Dávila
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La celebración del Día de las Escritoras es una iniciativa impulsada por la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE), que comenzó en 2016 con el objetivo de incentivar la igualdad de género en la cultura y para reivindicar la labor y legado de las escritoras y de la literatura escrita por mujeres. 

La fecha fijada fue el lunes siguiente a la festividad de Santa Teresa de Jesús (15 de octubre), quedando así, para este 2021, el 18 de octubre. Ya en el 2016 se celebró por primera vez el Día de la Escritora y esperemos que se quede y cumpla el objetivo de reivindicar la escritura femenina para que así haya un cambio integral en México que pueda empezar con la literatura e inspire otros espacios. 

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Esto es con el objetivo de generar una conversación y visibilizar el mundo de la literatura tan dispar en oportunidades al que las mujeres se enfrentan. Es un día de reciente creación propuesto por otro país; pero recordemos que las conmemoraciones culturales (no las históricas) se crean justo con iniciativas similares: ante la detección de una problemática y una necesidad de cambio que se dé a un nivel cultural que, al mismo tiempo, englobe otras esferas como la social, económica y política.

En los últimos tiempos gracias al lugar que van ganando y reclamando las mujeres en espacios culturales, los nombres y legados adquieren una mayor influencia en los y las lectoras de hoy en día. Pero ¿cómo voy a valorar a alguien si no la conozco, ni siquiera sé de su existencia? 

Por ello cabe a bien mencionar algunas célebres escritoras mexicanas: 

Elena Garro

Es imprescindible destacar el papel de Elena Garro, gran referente de la literatura mexicana todavía hoy en día. Esta mujer tuvo una carrera de lo más polifacética, destacando en disciplinas como el periodismo y la dramaturgia además de la literatura. Elena Garro supo tomar su propio camino en la vida, camino que le hizo topar con Octavio Paz.

El legado de Elena Garro es digno de estar enmarcado, con obras como Los recuerdos del provenir por la que recibió el premio Xavier Villaurrutia en 1963 o Testimonios sobre Mariana con la que se alzó con el premio Grijalbo en el 81. Sin duda, una escritora que siempre tendremos presente en nuestra memoria.

Amparo Dávila

Nacida en 1928 en el pueblo de Pinos, Zacatecas, Dávila descubrió la lectura —según contó en varias ocasiones— en la biblioteca de su padre. De cuatro hermanos, sólo ella sobrevivió a la infancia. Estos contactos tempranos con el lenguaje y con la muerte parecerían colocarla en la tradición de Edgar Allan Poe, Horacio Quiroga y muchos otros autores, en los que el horror y la oscuridad de la propia vida se traspasan a los textos, y en efecto, Dávila está allí. 

Aunque su situación familiar y su origen en una región conservadora del país parecían destinarla a una vida hogareña, Dávila buscó desde muy pronto escribir y publicar. En su primera juventud se mudó a la Ciudad de México: durante casi todo el siglo XX, aquella era casi la única alternativa para los aspirantes a escritor, y una aún más difícil para las mujeres, pero Dávila consiguió abrirse paso. Allí publicó sus tres libros centrales: Tiempo destrozado (1959), Música concreta (1964) y Árboles petrificados (1977). 

Guadalupe Nettel

Esta autora ha llegado para quedarse, y es que durante estos últimos años se ha convertido en una de las principales referentes de la literatura mexicana, con obras que han batido récords posicionándose entre las más vendidas. Desde cuentos hasta ensayos pasando por su etapa más novelesca. No hay quien le pare los pies a Nettel.

Con Guadalupe Nettel es complicado destacar una obra por encima de otra, ya que todas cuentas con su propia historia y cuerpo que hacen que sea difícil escoger una favorita. En nuestro caso,  como no podemos citar todas sus aportaciones a la literatura porque no acabaríamos nunca, hemos puesto el foco en el libro de cuentos El matrimonio de los peces rojos y en la novela Después del invierno que rompió con todos los esquemas alzándose con el premio Herralde por este libro.

Laura Esquivel

Laura Esquivel Valdés, escritora y política con una gran carrera que le ha permitido hacerse un hueco en el panorama literario internacional. Esquievel estudió teatro y creación dramática, especializándose en el teatro infantil, pasión que la llevaría a escribir guiones para programas infantiles de México. Además, sus aportaciones a la política también la llevaron a ocupar cargos muy importantes.

Como agua para chocolate es una de las obras maestras de esta escritora mexicana, siendo uno de los libros más vendidos de los últimos 20 años. En 1994 Como agua para chocolate obtuvo el premio ABBY (American Bookseller Book of the Year) además de contar también con una adaptación a la gran pantalla bajo la dirección de Alfonso Arau. Sin duda, un libro que ha roto muchas barreras y que ya se ha convertido en un imprescindible.

Rosario Castellanos

Esta narradora y poetisa nacida en Ciudad de México es una de las grandes referentes de la literatura del siglo XX junto con autoras como Dolores Castro o Griselda Álvarez. Castellanos estudió filosofía en la universidad, corriente que estuvo siempre muy presente en sus trabajos.

Cuentos, novelas, ensayos, poesías y hasta dramaturgias. Rosario Castellanos cuenta con una gran lista de obras, tesoros que hoy en día todavía se conservan y se pueden encontrar en algunos escaparates. Entre las más conocidas queremos destacar Poesía no eres tú de 1972 y El libro de los lamentos publicado en 1962. ¡Un clásico de la literatura!

Nelli Campobello 

Nació el 7 de noviembre de 1900 en Villa Ocampo (Durango) y fue bautizada como Francisca Ernestina Moya Luna. Su nombre artístico se cree que fue tomado de una perra que tenía por mascota su madre y que se llamaba 'Nellie' y el de Campobello de su padrastro Jesús Campbell Morton.

A Nellie se le considera, por encima de todo, como la escritora de la Revolución. En su libro 'Cartucho, relatos de la lucha en el norte de México', la historia nos la cuenta una voz infantil. Se supone que se trata de una niña de entre ocho y diez años y ese aspecto es lo que aporta originalidad y valor a la novela, al ser una voz que denota ingenuidad, inocencia y frescura.

Publicado en Xalapa en 1931, el libro 'Cartucho' narra la historia de la Revolución Mexicana destacando el retrato de la personalidad de las mujeres en medio del conflicto.