Este jueves 7 de septiembre se realizará la exhumación del cuerpo de la joven doctora Zyanya Estefanía Figueroa, pues se pretende realizar una nueva autopsia para encontrar las causas de la muerte de la joven. 

Los padres de Zyanya solicitaron el acompañamiento del jurídico del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) y presentaron un amparo por la dilación injustificada de este acto de investigación, que lleva cinco años en proceso.

Además, el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuria de la IBERO exigió que la Fiscalía General del Estado garantice la debida diligencia del proceso.

La madre de  Zyanya, María Patricia Becerril, hizo un llamado al Instituto de Ciencias Forenses y a la Fiscalía General del Estado de Puebla para garantizar que la necropsia se realice con la debida diligencia, de manera exhaustiva, minuciosa, profesional, objetiva y con perspectiva de género. De esta forma busca esclarecer la verdad de lo sucedido.

Además, reclamó que para las autoridades correspondientes la muerte de la joven fue un suicidio, pues en el lugar se tomó como prueba definitiva una carta supuestamente escrita por Zyanya, sin que se realizaran exámenes o investigaciones posteriores. 

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“Por fin este proceso pueda llevarse a cabo. Exigimos a las autoridades de Puebla que no haya obstáculo alguno y nada que impida que pueda llevarse esta diligencia (…) pues el propósito de esta exhumación es recabar indicios que demuestren que Zyanya no se suicidó”, explicó. 

Por medio de un video, informó que gracias al acompañamiento de diferentes asociaciones de derechos humanos logró que en una cuarta audiencia se autorizara la exhumación del cuerpo de su hija para que los forenses de la Fiscalía General del Estado (FGE) analicen de manera pertinente todas las evidencias obtengan la causa real de la muerte. 

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Hace cinco años, Zyanya Estefanía Figueroa Becerril fue encontrada sin vida al interior de su departamento. En el lugar de los hechos se halló una carta póstuma en la que la joven de 26 años pedía perdón a sus padres; sin embargo, un peritaje determinó que la carta no fue escrita por ella. Su familia asegura que es una víctima de feminicidio, pero la Fiscalía de Puebla no ha reabierto la investigación.

Zyanya tenía 26 años de edad, era originaria de la Ciudad de México y fue enviada para realizar su especialidad como pediatra en el Hospital del Niño Poblano. Fue descrita por sus familiares como una mujer un tanto introvertida pero muy amable, dedicada a su trabajo, siempre solidaria. Pero sobre todo, aquellos que la conocieron subrayan que contaba con toda la capacidad para ser una buena pediatra.