Carmen Caballero, la poblana que declaró: estamos listas para ocupar cargos públicos
71 años después de exigir acceso a cargos públicos, las mujeres lideran los 3 Poderes de la Unión
Durante mucho tiempo las mujeres lucharon por el ideal de participación política plena y después de varias décadas, y de diversos intentos frustrados, finalmente el 17 de octubre de 1953 las mexicanas adquirieron derechos civiles y políticos. Pero la historia no empezó ahí.Se pude tomar como referencia el 6 de abril de 1952, cuando más de 20 mil mujeres de toda la República se congregaron en el estadio del Deportivo 18 de Marzo, en la Ciudad de México. Hoy en día, una reunión de este tipo no sería inusual, pero en aquel entonces marcó un hito en la historia del país: fue la primera asamblea política exclusivamente femenina, denominada “Asamblea Nacional Femenil”. Carmen Caballero Camarillo, la primera funcionaria del gobierno de Puebla, pronunció el discurso de clausura. Su declaración resonó con fuerza: "Las mexicanas estamos listas para ocupar cargos públicos". En respuesta, Adolfo Ruiz Cortines, candidato presidencial del PRI, presente en el evento, prometió otorgar el derecho al voto a las mujeres, lo cual cumplió un año más tarde. Sin embargo, la demanda de cargos públicos quedó sin atender. Hoy, 72 años después de las palabras de Carmen Caballero, las mujeres encabezan los tres Poderes de la Unión: Claudia Sheinbaum en la Presidencia de la República, Norma Piña en la Suprema Corte de Justicia de la Nación e Ifigenia Martínez fue presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Para cuando concluya este 2024, trece mujeres gobernarán estados de la República, representando a más de la mitad de la población del país: tres de ellas bajo el PAN y diez bajo Morena. Además, estados como Veracruz, Morelos y Guanajuato serán gobernados por mujeres por primera vez en su historia. La llegada de mujeres al poder no es fruto de la casualidad o de un simple avance progresista global, sino el resultado de movimientos sociales que se desarrollaron desde los años 70. Durante esa época, el PRI, en su búsqueda por perpetuar su control, no fomentó liderazgos femeninos en altos cargos, sino que las empleó en movilizaciones territoriales para asegurar el voto. Estos movimientos y sus protagonistas fueron cuidadosamente vigilados por la Dirección Federal de Seguridad de la Secretaría de Gobernación, dirigida por Fernando Gutiérrez Barrios. El 9 de mayo de 1971, el Movimiento Mujeres en Acción Solidaria (MAS) se manifestó en las calles de la Ciudad de México, denunciando los roles y estereotipos de género impuestos y exigiendo la participación de las mujeres en la toma de decisiones, en particular en temas de derechos sexuales y reproductivos. En 1975, el Movimiento de Liberación de la Mujer fue pionero al plantear demandas como el derecho al aborto, la educación sexual plena y el cese de la violencia contra las mujeres. Posteriormente, el 8 de marzo de 1979, el Frente Nacional por la Liberación y los Derechos de las Mujeres retomó estas demandas, incluyendo la protección a mujeres violentadas y el derecho a ocupar cargos públicos para mejorar la vida de las mexicanas. Partidos como el PSUM, el PST y el PCM, surgidos en los años 70, y más tarde el Frente Cardenista y el PRD, levantaron estas banderas, aunque el PRI las veía como subversivas y comunistas. Una de las precursoras de esta lucha fue Ifigenia Martínez, expresidenta de la Cámara de Diputados, quien murió una semana después de ponerle la Banda Presidencial a la primera mujer presidenta. Con una carrera académica y política de más de 60 años, Martínez, economista de la UNAM y doctora por Harvard, fue activista en el movimiento estudiantil de 1968 y, en los años 80, cofundadora del PRD. En 1988, fue la primera mujer elegida al Senado, marcando un precedente para las mujeres en la política. Su entrega de la banda presidencial a Claudia Sheinbaum el pasado 1 de octubre simbolizó, para muchos, el triunfo de décadas de lucha por los derechos políticos de las mujeres. Hoy, la presencia de mujeres en los tres Poderes de la Unión es un reflejo del esfuerzo colectivo de miles de mexicanas por abrirse espacio en las decisiones más importantes del país, transformando el proyecto de Nación. No obstante, persisten retos importantes, entre ellos la asignación de recursos suficientes para los programas sociales anunciados por la presidenta Claudia Sheinbaum y, sobre todo, garantizar la seguridad y el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia. |