La comunidad internacional teme que la exclusión de las mujeres incrementa las desigualdades y limita el desarrollo del país.
Al inicio de 2025, los talibanes han impuesto nuevas restricciones que atentan contra los derechos y limitan los espacios para las mujeres dentro de Afganistán. El regreso al poder de los talibanes en 2021 ha provocado que las mujeres afganas abandonen sus proyectos de vida y se sometan a una serie de prohibiciones impuestas por el régimen actual. Entre las nuevas reglas, no se les permite hablar, rezar o emitir sonidos en público. De esta forma, el gobierno obliga a las organizaciones gubernamentales ya las ONG que emplean a mujeres, tanto nacionales como extranjeras, a marginarlas debido a estas nuevas restricciones. Los talibanes han argumentado la necesidad de proteger “la modestia” de las mujeres, imponiendo medidas como bloquear las ventanas que dan hacia zonas destinadas para su uso. Como resultado de estas medidas, distintas ONG han advertido que no podrán continuar con sus labores humanitarias sin la participación de mujeres trabajadoras, lo que podría agravar la crisis dentro de Afganistán. La comunidad internacional teme que la exclusión de las mujeres incrementa las desigualdades y limita el desarrollo del país. La ONU y otras organizaciones han condenado estas practicas, exhortando a los talibanes a revertir el daño, ya que no solo afecta a las mujeres, sino medidas también al futuro de toda la nación.
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