Mujer denuncia violencia vicaria en Acatzingo; señala a presidenta del DIF municipal por presunto abuso de poder
María del Rosario Machorro Domínguez solicitó al gobernador de Puebla, Alejandro Armenta Mier, su intervención urgente en un caso de violencia vicaria, en el que acusa a la presidenta del DIF Municipal de Acatzingo, Amelia Vázquez Salas, de usar sus influencias para retirarle la custodia de sus dos hijas menores de edad. En entrevista con El Popular. Periodismo con causa, María del Rosario explicó que es madre de dos niñas de cinco años, fruto de su relación con su expareja Artemio “N”, a quien ha denunciado por violencia de género, adeudo alimentario y abandono de persona. Según relató, desde el embarazo de sus hijas, Artemio mostró total desinterés por su bienestar y manutención. Sin embargo, tras ser denunciado formalmente, comenzó a emprender acciones legales en su contra. Acusaciones por manipulación de procesos legalesUna de esas acciones ocurrió el pasado 20 de mayo, durante una convivencia autorizada con las menores. Ese día, Artemio “N” las llevó al médico y posteriormente abrió una carpeta de investigación basada, según María del Rosario, en acusaciones falsas, con el objetivo de despojarla de la custodia. Estas acciones, asegura, contaron con el respaldo de Amelia Vázquez Salas, quien además es hermana del denunciado. Te puede interesar: Víctimas de violencia vicaria exigen evalúen a jueza en San Pedro Cholula La situación escaló rápidamente. El 23 de mayo, tras una audiencia de liquidación de plantillas, y apenas 30 minutos después, se le notificó a María del Rosario la revocación de la custodia. La jueza Luz María Perea Iturriga otorgó la custodia provisional a Artemio “N”, sin valorar —según la madre— las pruebas existentes sobre violencia de género y deuda alimentaria. Piden intervención del gobernadorMaría del Rosario solicitó al gobernador Alejandro Armenta revisar el actuar tanto de la jueza como de la presidenta del DIF de Acatzingo, y alertó que teme por la integridad de sus hijas, así como por la posibilidad de no volver a tener contacto con ellas. “Es un caso de violencia vicaria en el que se han manipulado los procesos legales con influencias políticas. Solo quiero justicia y proteger a mis hijas”, declaró.
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