En cosas que no entendemos: El Vaticano absuelve a curas acusados de violación contra un monaguillo
Esto ocurre días después de la presentación de un informe que reveló que 216 mil niños fueron víctimas de abuso en la Iglesia francesa desde 1950.
El Tribunal vaticano absolvió
por prescripción y ausencia de pruebas a los dos acusados en el juicio
sobre abuso sexual a uno de los residentes del preseminario San Pío X, en el primer proceso llevado a cabo por este delito dentro de los muros
vaticanos. Las absoluciones de los delitos fueron por prescripción, mientras que otros cargos
fueron desestimados por falta de pruebas y otros considerados no culpables,
según la sentencia leída en el aula instalada en los Museos Vaticanos. El principal acusado era el sacerdote Gabriele Martinelli, de 28 años, al que se le atribuían una serie
de abusos a otro estudiante entre 2007 y 2012, cuando ambos eran menores de edad, aunque él era mayor y coordinaba
las actividades del preseminario en el que residen los jóvenes que hacen de
monaguillos en la basílica de San Pedro mientras valoran si siguen el camino
sacerdotal. El otro acusado es el exrector Enrico Radice, de 71 años, por haber supuestamente encubierto y protegido a Martinelli, considerado uno
de sus pupilos. También lee: Más de 216 mil menores fueron abusados sexualmente por religiosos en Francia los últimos 70 años El fiscal de Justicia vaticano, Roberto Zannotti, había
pedido seis años de cárcel para Martinelli
y cuatro para Radice. En la sentencia se lee que aunque se prueba que hubo relaciones sexuales entre el monaguillo y Martinelli,
“no existen pruebas de que la víctima
haya sido obligada a mantenerlas con violencias o amenazas” y que la razón
de ello “son las significativas contradicciones en sus declaraciones”. Mientras que en el caso de Radice, el Tribunal declaró que
aunque las investigaciones que le pidieron hacer sobre Martinelli “fueron
absolutamente superficiales”, el delito
de encubrimiento estaba prescrito “antes del inicio de las investigaciones”. Durante el proceso, la víctima, identificada como L.G. y que
abandonó el preseminario tras los hechos, confirmó
haber sufrido abusos sexuales durante años por parte de Martinelli. Las investigaciones
comenzaron en noviembre de 2017 después de la publicación de estos hechos
en el libro “Peccato originale” del
periodista Gianluigi Nuzzi y prosiguieron con otros reportajes, como los del
programa televisivo “Le Iene”. Nuzzi, juzgado y absuelto por el Tribunal vaticano por falta de competencias territoriales
en 2016 por la filtración de documentos, se hacía eco en su libro de las
denuncias del joven polaco Kamil Tadeusz
Jarzembowski sobre lo que ocurría en este seminario. En las vistas también declararon tres antiguos alumnos quienes dijeron que en el preseminario
dominaba “un ambiente insano” donde
eran frecuentes las “bromas de tipo
sexual”, mientras que el imputado Martinelli fue definido como la persona
de confianza del rector, superando incluso al equipo directivo. Uno de los exalumnos, Flaminio
Ottaviani, de 34 años, aseguró haber visto a Martinelli “tocar las partes íntimas” de otro
alumno; mientras que otro, Andrea
Spinato, de 31, habló de “toqueteos”
a los más jóvenes, pero genéricamente, sin aportar detalles. Spinato, que estudió en el preseminario entre el 2000 y el
2008, aseguró que el imputado Martinelli tenía un “rol dominante muy fuerte” gracias al rector y que su “actitud
homosexual” era notoria.
La diócesis llevó a cabo su propia investigación y, entre
otras cosas, reconoció una indemnización de 20 mil euros para la víctima, que nunca fue pagada, y sancionó a
Martinelli, que fue aislado en un
monasterio en la región alpina de Valle de Aosta y luego en Como, donde
solo podía hablar con su familia y superiores. |