Unos de los negocios más tradicionales en Puebla, que han intentado sobrevivir a la modernidad y la competencia, son las peluquerías, lugares dedicados al cuidado del cabello y la barba de varones de todas las edades y clases sociales.

Así lo recuerda Don Miguel Ángel Rojas, quien relató que tiene 40 años en el oficio; recuerda que desde que era pequeño comenzó como peluquero en un establecimiento que se encontraba en la Avenida Reforma y la 7 Sur, donde se ubicaba el hotel Aristos. 

Don Miguel Ángel recuerda con nostalgia la época donde a las peluquerías solo acudían hombres para que les arreglaran el cabello, la barba o el bigote con viejas técnicas que solo requerían de navajas, máquinas de mano, espuma y una toalla caliente, acompañados de una buena plática,que originaba la atmósfera perfecta de un lugar relajante para caballeros.

“Yo trabajé en una peluquería desde chico y ahí ayudaba a los peluqueros. Unos que estaban ahí en la Reforma que eran los más buenos de acá de Puebla. Estaban Richard, Don Ausencio. Todos ellos eran grandes, eran peluqueros”, relató. 

Comentó que con el pasar de los años logró hacerse de su propio local, el cual se encontraba ubicado en la calle 9 Poniente y 4 Sur, y donde hace 15 años pagaba una renta de mil pesos. Sin embargo, con la inflación y el paso del tiempo la renta llegó a subir hasta los cuatro mil pesos, por lo que ya no pudo costear dicho pago y se mudó de establecimiento. Ahora se encuentra en la calle 4 Sur y 13 Oriente.

Don Miguel Ángel explicó que la llegada de las barberías modernas le ha hecho mucha competencia a las antiguas peluquerías, pues los clientes más jóvenes buscan estilos novedosos y hasta con colores, algo que el peluquero no comprende en su totalidad. 

Además, los peluqueros se convirtieron en estilistas para poder atender a más clientela. Aparte de atender a hombres, ahora también comenzaron a “arreglar” a mujeres. 

“Ahorita mucha peluquería está desapareciendo, por lo mismo que esas peluquerías arreglaban puro corte de caballero, puro hombre. Entonces las nuevas barberías que están haciendo son puros cortes ya todos rapados y modernos”, explicó. 

Este 25 de agosto, cuando se conmemora el Día Internacional del Peluquero, recordemos que, si bien la llegada de las barberías ha mermado con gran fuerza a las peluquerías, estas no se dan por vencidas y aún podrás encontrar alguna si das un recorrido por el centro histórico de la ciudad.