El reto de ser tatuador en Puebla: “Hoy en día es sobrevivir”, El Gusano

Hoy en día los tatuadores viejos trabajan para sobrevivir, pues las nuevas generaciones han abaratado el arte y el campo laboral también se abrió para las mujeres 

Entrevista a "El Gusano" tatuador en el estudio "El chopo"
Freddy Angón Entrevista a "El Gusano" tatuador en el estudio "El chopo"

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En el vibrante mundo del arte del tatuaje, el tatuador poblano Gabriel Moreno, mejor conocido como El Gusano, se destaca como un verdadero maestro de su oficio. Con más de 28 años de experiencia, su pasión por el diseño ha transformado la piel de cientos de clientes en auténticas obras de arte.

Desde su estudio El Chopo en el barrio de Xonaca en Puebla, ha creado un espacio acogedor para sus clientes, donde además de poder tatuarse, pueden encontrar diferentes artículos como playeras, chalecos, tazas y piezas de perforaciones.

Su enfoque personal y habilidad para escuchar las historias detrás de cada tatuaje le permiten plasmar en la piel no solo imágenes, sino también emociones y vivencias significativas de sus clientes.

Este miércoles, Día Mundial del Tatuaje, en una entrevista que dio a El Popular, periodismo con causa, El Gusano nos platicó cómo ha sido su historia, siendo de los primeros en poner un estudio y dedicarse al tatuaje en Puebla. Nos contó que en sus inicios, aprendió a tatuar con sus amigos, quienes le pedían diseños y él se los hacía gratis, debido a que en ese momento no se consideraba un experto.

Asimismo, nos contó que en un principio no existían las máquinas que hoy en día conocemos para tatuar, pues en ese momento se ingeniaban para lograr plasmar el diseño en la piel.

“no había máquinas, no había nada, uno mismo aprendía a trabajar como uno pudiera, las agujas las amarrábamos, todo era muy rústico”, dijo El Gusano.

El Gusano contó que decidió ponerle así a su estudio debido a que hace algunos años asistía al icónico Tianguis Cultural del Chopo, un bazar de la Ciudad de México, de donde traía la mercancía para su negocio.

Estudio de tatuajes "El chopo". Foto: Annuar Abdala
Estudio de tatuajes "El chopo". Foto: Annuar Abdala

No obstante, nos narró cómo fue su primera experiencia como tatuador:

“una vez me fui a una fiesta y me encontré a un amigo y me dice: Oye, ¿te acuerdas de mí?’ Le digo: No, no me acuerdo. Me dice: Hace años, tú me tatuaste en tu recámara un cráneo con unos picos de punk."

Él considera que años antes existían muchos prejuicios sobre las personas tatuadas, pues se pensaba que las personas tatuadas eran malos o drogadictos.

Para El Gusano, el ser tatuador es un arte, pero hoy en día todo esto ha ido cambiando, hace 20 años se creaban y compraban diseños, a diferencia de la actualidad que todo es fácil y se encuentran en internet.

Gabriel Moreno, "El gusano" tatuador poblano
Gabriel Moreno, "El gusano" tatuador poblano

Pero, pese a que todo aparenta ser simple por la accesibilidad a los diseños y equipo, no cualquiera puede hacer un realismo en la piel. Además, anteriormente los diseños que pedían los clientes eran grandes y ahora solo piden trabajos pequeños.

Es importante mencionar que en estas circunstancias, los tatuadores viejos hacen su trabajo para sobrevivir, pues antes cobraban lo que quisieran, pero las nuevas generaciones cobran barato, además de que el campo se ha abierto también para las mujeres tatuadoras, por lo que la industria del tatuaje se ha diversificado e implica una mayor competencia para los artistas.

El tatuaje es mi vida

Por otro lado, El Gusano considera que el tatuaje es su vida, pues hace años se la pasaba “dibujando en piel” desde las 9 de la mañana hasta la madrugada y es algo que le encanta. Pero desde hace 8 años aproximadamente, el trabajo ha bajado mucho y algunos tatuadores han desertado y optado por quitar sus estudios, pues de ser pocos tatuadores en Puebla, actualmente en Puebla hay más de 3 mil “artistas”.

Respecto a sus experiencias como tatuador, nos contó que también ha fungido como “psicólogo” pues ha escuchado historias de amor y decepciones de todo tipo.

“En una ocasión un señor llegó y me dijo: ‘Oye, quiero que me hagas unas orejas.’ Yo dije: ‘¿Unas orejas como para qué?’ y le digo: ‘Yo te las veo bien.’ Él me dice: ‘No, es que me mandó mi esposa que quería unas orejas y que no sé qué.’ Y que le hago unas de elefante y la trompa ya te imaginarás qué era…”

Finalmente, El Gusano recomienda a los nuevos tatuadores que hagan bien su trabajo y siempre sean muy higiénicos con el material que utilizan. Por otro lado, a los clientes, o específicamente a las mujeres, les pide ser cuidadosas ya que actualmente muchas personas dicen ser tatuadoras y las citan en casas, donde pueden aprovecharse.

Facebook: Chopo Puebla
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