Año 2021: los incendios forestales arrasan con varias partes del mundo
Gracias a las condiciones climáticas extremas, los cielos se tiñeron de anaranjado y el humo se apoderó del paisaje en diferentes puntos del planeta.
Este año, las llamas han vuelto a devorar millones de
hectáreas en distintos puntos del mundo. Lo peor es que lo han hecho de una
forma cada vez más voraz. Los meses de julio y agosto de este año han estado marcados por los incendios en el
sur de Europa, Rusia y América. Esto indica una nueva realidad. Se tratan de incendios que difícilmente se pueden apagar, ya que pueden
arder durante semanas o meses y tal vez paren cuando llueva, pero mientras se
siguen extendiendo, dejan a su paso pueblos destrozados en los que solo quedan
escombros y cenizas. En California, Estados
Unidos, un enorme incendio en el norte destruyó cientos de casas y ha
esparcido columnas de humo por toda la región. Los bomberos continúan con la
lucha donde, de acuerdo al Centro Nacional Interagencial de Bomberos (NIFC, por
sus siglas en inglés), hay incendios forestales en 15 estados del país. En Canadá, los
bomberos queman estratégicamente el bosque para evitar más incendios. También lee: Entre el colapso y la ampliación, el relleno
sanitario de Chiltepeque en la capital poblana Por otra parte, una
serie de incendios forestales en Siberia destruyeron miles de hectáreas en
Yakutia, una de las zonas más frías del planeta. Esta ha visto su
temperatura promedio anual aumentar en 3°C desde principios del siglo XX, dos
grados más que el promedio del planeta, y este verano registró varios días con
un calor récord de 39°C. Mientras que los incendios en la isla griega de Evia hicieron que más de 2 mil personas fueron
evacuadas de sus casas para ser transportados a un lugar seguro. Grecia está
experimentando su ola de calor más severa en 30 años en los que las
temperaturas se han disparado a 45°C. Según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios
Forestales (EFFIS, por sus siglas en inglés), el 5 de agosto se habían quemado
en Grecia casi el doble de bosques que
el promedio entre 2008 y 2020. Turquía también
está luchando contra una serie de incendios forestales, que han sido
etiquetados como los peores en la historia del país. Ocho personas han muerto y
miles se han visto obligadas a huir de sus hogares. En Bolivia las
100 mil hectáreas de bosques calcinados destruyen hábitat natural de miles de
animales salvajes que tienen que ser rescatados. Asimismo, en Brasil
la pérdida de biodiversidad por los incendios en la Amazonía es preocupante, pues son en su mayoría provocados por la
tala de árboles y la agricultura. Su origen Los expertos dicen que es difícil vincular los incendios
individuales directamente con el cambio climático, el calentamiento global aumenta la probabilidad de que se produzcan
incendios a medida que las sequías más intensas y prolongadas secan las
regiones para crear condiciones ideales para el fuego. Las causas de las llamas destructivas son complejas y, a menudo, provocadas por el ser humano:
desde un cigarrillo tirado en el suelo seco, el vidrio de una botella rota que
provoca un “efecto lupa” magnificando el poder de los rayos del sol sobre la
hierba seca. Y hasta incendios provocados a propósito para hacer espacio a la
construcción de nuevas casas. Incluso las olas de calor también encienden o
avivan literalmente las llamas. Si hubo un tiempo en el que los incendios, o por lo menos
una parte importante, se podían prevenir a través de la gestión forestal, ese tiempo se está acabando. Décadas de
dejadez en la gestión del territorio forestal y rural han creado un problema
tan expandido que la solución es cada vez más lejana y ya raya el punto de ser
irreversible.
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