En la ciudad de Puebla cada vez se avistan más pericos silvestres posados en los árboles o en los postes de luz, estas aves no son endémicas de la zona metropolitana; por ello, es importante conocer qué pueden causar a otras aves o al ecosistema de la región.

“No hay pericos originarios del municipio de Puebla”, indica el Colectivo Pericos México, el cual se ha dedicado a dar difusión al estudio y al cuidado de estas aves en el país. “Los pericos de cabeza amarrilla son los más cercanos a la metrópolis, ya que habitan en la zona norte del estado de Puebla”.

El estado de Veracruz posee en su territorio al Perico de Cabeza Azul y al Loro Corona Blanco, que comparte con Oaxaca, al igual que al Perico Cabeza Oscura, pero ninguno puede llegar tan lejos por sí solos a la ciudad de Puebla, de acuerdo al Colectivo de Pericos México. Este fenómeno -ver a pericos libres- es común en ciudades grandes, como la Ciudad de México.

“Principalmente se ha observado que las personas que han adquirido estas especies en mercados de forma ilegal, después de un tiempo se les escapan” mencionó el biólogo Jesús Huerta, autor del libro Identificación de la Biodiversidad y Ecología; además comentó que estas aves llegan a la ciudad por medio del tráfico ilegal, y que vienen de estados donde son endémicas, como Chiapas, Tabasco, Veracruz y Oaxaca.

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“Los lugares en donde se comercializan estas aves son mercados, principalmente el Mercado Hidalgo”, indicó el biólogo, también mencionó que estas aves son extraídas de su ecosistema desde muy pequeñas, cuando empiezan a ingerir alimentos por sí solas, y es en los meses de junio y julio cuando la venta de los pericos se da más.

La razón principal, sobre el aumento de estas aves en las calles de la ciudad de Puebla, además de que se les escapan, es por la pandemia: “como las personas están encerradas reflexionan sobre el encierro y de alguna manera piensan que su perico o ave que tienen en jaula puede estar sintiendo o pasando lo mismo, entonces los liberan” indicó el investigador, Jesús Huerta.

“El riesgo de liberar una especie en un hábitat que no es el suyo es que estos organismos han crecido en cautiverio, por lo que conseguir su alimento se les dificulta, ya que no están preparados naturalmente para ello”, mencionó el especialista.

Agregó que “cualquier organismo que se libere en un hábitat que no es el suyo causa un desequilibrio. En este caso, el desplazamiento de otras aves endémicas de la ciudad de Puebla, ya que empieza una competencia por el alimento y el espacio entre estos organismos”.

Para el Colectivo Pericos México, una de las causas principales del incremento de pericos y loros en Puebla es porque pudieran estar distribuyéndose de forma natural en el Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl y eso los acerca a la zona metropolitana de Puebla, donde se dirigen más al sur de la ciudad.

La recomendación para las personas que desean realizar la liberación de un perico es llevarlo con los expertos en el tema; por ejemplo, a un aviario, en donde se observe el comportamiento del ave o de alguna manera se le provee de alimento, agua y lugar para refugiarse.

Fue el 17 de septiembre de 2014 cuando el Aviario del Parque Ecológico de Puebla cerró sus puertas por órdenes del gobernador Rafael Moreno Valle y desde ese día no se conoce el destino de las mil 200 aves que ahí habitaban.

“Tenemos sospechas de que muchas de esas aves murieron en el traslado a otros aviarios o sitios de conservación”, comentó el encargado del Aviario el Colibrí, Xavier González y continúo “se estima que cerca de 300 aves murieron”.

También mencionó que hubo momentos que el encargado del Aviario del Parque Ecológico solicitó ayuda a los ciudadanos para el alimento de las aves y sus cuidados.

Sobre por qué hay muchos pericos y loros silvestres en la ciudad, el especialista en aves comentó que muchos sí se pudieron escapar en estos traslados, ya que fue una desorganización total por parte de las autoridades cuando cerraron el aviario.  Otras guacamayas y aves exóticas terminaron en manos de funcionarios públicos de ese entonces.

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) es el organismo que se encarga de promover las leyes para el cuidado de la fauna y flora, una de las más importantes es la prohibición de la venta y compra de pericos, loros y guacamayas en todo el país. El tráfico ilegal de estas aves se castiga con 9 años de prisión y por el equivalente de 300 a tres mil días multa.

La Profepa exhorta a la ciudadanía a no adquirir ejemplares de vida silvestre sin la documentación que acredite que provienen de aprovechamientos sustentables autorizados o que fueron legalmente importados.

Este organismo indicó que cualquier persona puede denunciar la venta ilegal de pericos o loros y la posesión de ellos sin permiso al número 800 PROFEPA (7763372) o a través de su página de internet.

Con el apoyo de la Policía Federal y las policías estatales en operativos coordinados por la Profepa, se han asegurado de 2017 a la fecha 2, 427 ejemplares de pericos y loros en todo el país.