#CambioClimático: Alerta Greenpeace sobre un gran retroceso en la lucha por la prohibición de plásticos en México

La reciente aprobación en el Senado beneficia una vez más a la industria plástica, en lugar de frenar la contaminación plástica.

La organización ambientalista Greenpeace y la Alianza México sin Plásticos lamentaron la reciente aprobación en el Senado de una reforma que a su entender implica “retrocesos” en la prohibición de plásticos de un solo uso en el país.

En un comunicado, criticó que el dictamen significa “un retroceso” porque “es menos ambicioso” que las legislaciones estatales, ya que “se incluye una definición de plásticos de un solo uso que dejan fuera a prácticamente todos los productos plásticos”.

Durante los días 17 y 18 de noviembre el pleno del Senado de la República aprobó la reforma de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos, la cual prevé eliminar el uso de plásticos de un solo uso para el 2025.

La reforma de dicha ley, que todavía debe pasar por la Cámara de Diputados, para Greenpeace, abre la puerta a que “prácticamente todos los plásticos puedan ser permitidos” ya que modifica la definición de plástico de un solo uso.

La organización puso como ejemplo que no se consideran plásticos de un solo uso aquellos utilizados por motivos de higiene o para la preservación de alimentos porque la reforma entiende que se pueden reciclar.

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Greenpeace insistió en que un plástico de un solo uso “es tal por su diseño para ser desechable, no por si idealmente puede aprovecharse”.

La organización reprochó que su aprobación “es un logro para la industria del plástico en México que ha luchado contra las prohibiciones” instaurados hasta ahora en 29 de los 32 estados del país.

De igual manera criticó que la reforma promueve la incineración de recursos para convertirlos en energía que, a su juicio, incentiva el consumo de plásticos bajo la excusa de que pueden valorizarse mediante su quema.

La valorización energética de residuos no es economía circular porque no permite que se mantengan los recursos dentro de los ciclos productivos, al incinerarlos se pierde su valor, por lo que nos mantiene anclados en la economía lineal.

Además, comunidades afectadas por la incineración de residuos, como aquellas del Valle del Mezquital (Estado de México e Hidalgo), tienen años denunciando las graves afectaciones para el medio ambiente y la salud humana de esto, por lo que no se trata de una “solución” ecológica, sino de un lavado verde que permite a las empresas seguir sus malas prácticas en detrimento del planeta y la salud de la gente.

“Esta perspectiva es muy peligrosa porque no soluciona el problema de raíz, ya que para en efecto frenar la contaminación plástica se debe reducir la producción y consumo de plásticos y avanzar hacia esquemas de distribución de productos basados en la reutilización, no en lo desechable”, señaló.

Greenpeace hizo un llamado a los diputados “a que no la aprueben en los términos en que se encuentran actualmente, ya que su aprobación significará un gran retroceso y una gran afectación al medio ambiente y a las personas”.

En los últimos años, Greenpeace ha demandado que México debe contar con una legislación robusta a nivel nacional que prohíba el uso de plásticos de un solo uso o desechables por su grave impacto en los ecosistemas y la biodiversidad.

En el país al menos 29 estados de los 32 que lo integran han autorizado restringir el uso de plásticos de un solo uso y algunos de ellos han modificado sus legislaciones para prohibir o regular el uso de bolsas de plástico, popotes o artículos de unicel.

De acuerdo con cifras de distintas organizaciones, en México cada familia en promedio desecha 650 bolsas de plástico al año, cuyo tiempo útil se ha estimado en 15 minutos, mientras que para su degradación se necesitan, como mínimo, 100 años.

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