Los barcos que no pudieron contra la severa contaminación de la presa de Valsequillo

A diario, la presa de Valsequillo recibe entre 80 y 100 toneladas de materia orgánica provenientes de los ríos confluyentes

Ningún proceso tecnológico aplicado en la presa de Valsequillo para su saneamiento será suficiente para hacerle frente a la severa contaminación de dicho cuerpo de agua, asegura el Maestro en Ciencias en Ingeniería Ambiental Raciel Flores Quijano. 

Esa tecnología, señala el especialista, se debe aplicar desde antes, en los ríos que confluyen con la presa —ríos AtoyacAlseseca, San Francisco (entubado) y Zahuapan—; si la solución no toma en cuenta eso, si no es un plan integral, puntualiza, su fracaso es seguro.  

En otras palabras, de nada sirve intentar sanear la presa de Valsequillo, sí poco tiempo después alcanzará el mismo o un peor nivel de contaminación; debido a que los ríos con que los que confluye continuarán descargando aguas altamente contaminadas por metales pesados y materia orgánica

En 2018 el gobierno de Antonio Gali Fayad pretendió desafiar esa lógica tan clara al presentar un plan de acción que incluía tres barcos Scavenger 2000 que —a través de su tecnología— supuestamente limpiarían la presa de Valsequillo en tan sólo seis meses. 

La euforia por dicho proyecto —que costó 210 millones de pesos— fue tal que Gali Fayad y el en ese momento secretario de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial del Estado, Rodrigo Riestra Piña, prometieron que tras ese periodo la población podría pescar e incluso nadar en la presa. 

Según su documento de presentación, la Embarcación de Descontaminación Scavenger 2000 (nombre utilizado en su publicidad) “succiona  residuos y desechos flotantes en la superficie del agua, oxigena las bacterias e inyecta al agua oxígeno revitalizador y ozono descontaminante”. 

Los barquitos tenían la función de oxigenar las aguas para tratar de disminuir, sobre todo, la materia orgánica que estaba presente en la presa. La verdad parecía bastante Interesante, pero no se obtuvieron resultados satisfactorios”, lamenta Flores Quijano.  

Y era de esperarse, pues esas embarcaciones no tienen la capacidad ni para remover el cinco por ciento de la materia orgánica que a diario se descarga en la presa, subraya el también Director del Área de Química de la UPAEP

A diario, dice, la presa de Valsequillo recibe entre 80 y 100 toneladas de materia orgánica provenientes de los ríos confluyentes.  

A los seis meses, cumplido el plazo establecido por Antonio Gali, la propia Secretaría del Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial (Smadsot), reconoció que el estado de la presa no era el que se había prometido. Debido a la alta concentración de contaminantes  “no se recomienda nadar en el lago”, advirtió la dependencia.    

Aunque los Scavenger 2000 tuvieran la capacidad de al menos cumplir con su objetivo (remover la materia orgánica), en el agua de la presa todavía quedarían las altas concentraciones de metales pesados y sustancias peligrosas para la salud de la población. 

En la presa de Valsequillo tenemos presencia de materia orgánica y de metales pesados, derivada de las descargas municipales o de la industria alimenticia, pero también del sector Industrial con las sustancias químicas. Ni la remoción de materia orgánica ni la oxigenación del agua sirve para estabilizar ni para remover metales pesados”, apunta Raciel Flores

En su momento, la comunidad científica cuestionó la eficiencia de los barcos, pero el gobierno de Gali Fayad sólo evadió la crítica y las peticiones por una reunión de trabajo en la que se dialogara acerca de la calidad del agua que derivaba de ese tratamiento; “la verdad no creo que haya habido algún colegio de ingenieros ambientales que haya avalado este proyecto”, manifiesta el académico. 

En las últimas semanas, el actual gobierno estatal puso en el debate público los escasos resultados de las embarcaciones y a través de anunció su reubicación en otras zonas en donde puedan tener un impacto ambiental más significativo.  

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En ese sentido, las posibilidades de que los Scavenger 2000 representen algún cambio ecológico son realmente pocas, pues estos únicamente pueden ser útiles en cuerpos de agua que no estén tan contaminados, especialmente por descargas de tipo municipal. 

Son útiles en aguas ligeramente contaminadas con materia orgánica, y esto habla de pequeñas poblaciones. Cuando hablamos de la población de las zonas del alto Atoyac es una población que rebasan fácilmente los tres millones y medio de habitantes, desde Santa Rita Tlahuapan, San Martín Texmelucan y luego las aportaciones que tiene el río Zahuapan, desde la cabecera municipal de Tlaxcala pasando por tres cuatro municipios; la incidencia de la población tanto urbana como del sector Industrial es bastante fuerte”, refiere Flores Quijano

Por otro lado, el gobierno encabezado por Miguel Barbosa Huerta anunció la reubicación de los barcos, pero no dijo nada sobre algún plan alternativo para el saneamiento de la presa. 

Con un plan integral y con condiciones óptimas, sanear la Presa de Valsequillo tomaría 15 años 

Si se aplicaran los tres niveles de gobierno —por medio de la Comisión Nacional (Conagua), la Secretaría de Medio Ambiente estatal y los Ayuntamientos de los municipios involucrados— y si existieran las condiciones óptimas yo creo que el saneamiento de la presa de Valsequillo nos llevaría mínimo un plazo de 15 años”, asevera Flores Quijano

Desde los 80, señala, se han hecho varios intentos para rescatar la presa de Valsequillo, “se han hecho muchas actividades, proyectos dentro de la misma presa, pero desde mi punto de vista se ha trabajado de manera un poco desacertado”. 

El mencionado cuerpo de agua cuenta con niveles de contaminación bastante altos, especialmente en materia orgánica y en metales pesados, y pese a los desenfocados intentos por limpiarla, “estamos peor que hace 20 años”, apunta el especialista.  

Para su saneamiento, explica, se requiere de un plan integral que contemple la implementación de los procesos de tratamiento de agua desde el nacimiento de los ríos que son los afluentes de la presa y no únicamente desde esta última. 

La presa de Valsequillo tiene una función muy importante, enfatiza Flores Quijano, pues esta contiene el agua que abastece a los usuarios agrícolas de la zona —alrededor de 27 mil hectáreas— que va de Puebla a Tehuacán cuando es época de sequía y existe una alta necesidad de agua para sus actividades. 

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