Fracking en Puebla: ¿Qué es? ¿Por qué afecta al medio ambiente?

La fracturación hidráulica es un método de extracción de recursos fósiles; sin embargo, esta práctica puede generar un impacto negativo en el medio ambiente

Fracturación Hidráulica
Freddy Angón Fracturación Hidráulica

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El fracking, o fracturación hidráulica, es una técnica de extracción de gas esquisto (shale), comúnmente conocido como gas natural, así como de petróleo, que se encuentra dentro de sedimentos de rocas. Para obtener estos recursos, se utiliza el fracking, que consiste en romper las rocas para acceder a ellos.

Esta técnica tiene sus orígenes en Estados Unidos y la URSS desde 1940, cuando ambos países experimentaban con métodos para la extracción de petróleo. Sin embargo, no fue hasta 1997 que se popularizó a nivel mundial.

Fracking. Foto:EsImagen
Fracking. Foto:EsImagen

¿Qué es el fracking?

La fracturación hidráulica es un método de extracción de recursos fósiles (gas y petróleo) a través de la inyección de grandes volúmenes de agua a alta presión, con el propósito de romper la tierra y obtener los recursos.

Dentro de la industria de los hidrocarburos, los yacimientos se dividen en convencionales y no convencionales. Los yacimientos convencionales son reservas en las que se acumula gas y petróleo que migró desde una roca a otra con alta porosidad y permeabilidad. Estos yacimientos pueden ser extraídos mediante técnicas más tradicionales que permiten que los recursos salgan de la roca hacia la superficie.

En cambio, los yacimientos no convencionales requieren la extracción de recursos de rocas con poca porosidad y permeabilidad, donde los hidrocarburos están atrapados. Para liberarlos, se recurre al fracking.

Fracking. Foto:EsImagen
Fracking. Foto:EsImagen

¿En qué consiste el fracking?

La técnica de extracción del fracking consiste en fracturar las rocas que contienen gas o petróleo. Tras la ruptura, se utiliza una arena especial para mantener las fracturas abiertas y evitar que las rocas se vuelvan a juntar.

Después de la ruptura, se inyectan sustancias químicas que permiten la liberación de los gases para su recolección. Estos químicos también ayudan a evitar la erosión de las tuberías.

Una vez finalizado el proceso, tanto el agua, como la arena y los químicos, regresan a la superficie junto con el gas o el petróleo extraído.

¿Por qué el fracking pone en riesgo el medio ambiente?

El fracking es una práctica altamente dañina para el medio ambiente. Durante el proceso, se utilizan grandes volúmenes de agua para fracturar las rocas y crear los pozos necesarios para la extracción.

Según datos de la WWF (World Wildlife Fund), la creación de un pozo mediante esta técnica requiere entre 9 y 29 millones de litros de agua, lo que equivale a entre 2.4 y 7.7 piscinas olímpicas.

Fracking. Foto:EsImagen
Fracking. Foto:EsImagen

Además del consumo intensivo de agua, la inyección a presión se realiza en solo dos semanas, lo que pone en peligro los suministros de agua de las comunidades, otras actividades económicas y los sistemas ecológicos en general.

Otra preocupación importante sobre el fracking es su impacto en la salud. Las sustancias utilizadas en el proceso pueden causar cáncer, mutaciones genéticas, daños al sistema endocrino y alergias.

Se ha comprobado que los pozos de agua potable de las comunidades cercanas a las zonas de fracturación hidráulica presentan altos niveles de metano, una sustancia cancerígena y neurotóxica.

El deterioro del medio ambiente provocado por el fracking también se refleja en la emisión de gases derivados de estas prácticas, ya que se producen grandes fugas de gas metano durante la extracción, lo que genera un impacto ambiental similar al de la ganadería y afecta la calidad de vida de las poblaciones cercanas.

La práctica del fracking en México

El fracking se ha utilizado en México desde hace 21 años, con más de mil pozos realizados mediante esta práctica.

Hasta 2019, se registraron 7 mil 879 pozos y 36 mil 158 fracturas realizadas con la técnica del fracking en el país. Los estados más afectados son Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas, Veracruz, Puebla, Tabasco y Chiapas.

En Puebla, de acuerdo con Forbes, hasta 2019 se reportaron mil 288 pozos petroleros realizados con fracking y 7 mil 208 fracturas para la extracción de gas, utilizando aproximadamente 30 millones de litros de agua potable al día, lo que afecta la calidad de vida de las comunidades en la región.