La grabación sorprendió por lo difícil que es ver a estos animales en su hábitat natural y a plena luz del día
Más allá del asombro que provocan sus colosales dimensiones, las anacondas representan mucho más que un espectáculo natural en la selva amazónica: son una pieza clave en el frágil rompecabezas ecológico de uno de los ecosistemas más diversos y amenazados del planeta. Recientemente, un video que circula en redes sociales volvió a poner a estos enormes reptiles en el centro de atención. En las imágenes, captadas desde un helicóptero, se observa a una anaconda de gran tamaño deslizándose por el río Amazonas. La grabación sorprendió por lo difícil que es ver a estos animales en su hábitat natural y a plena luz del día. Sin embargo, más allá del impacto viral, científicos y conservacionistas ven en este tipo de avistamientos una oportunidad para reflexionar sobre el papel de las anacondas en el equilibrio ambiental. Estas serpientes, que pueden superar los siete metros de largo, son depredadores tope en su entorno y actúan como reguladoras naturales de especies más pequeñas, manteniendo el balance entre presas y depredadores en la cuenca amazónica.
En 2024, un grupo de investigadores de la Universidad de Queensland en Australia, liderado por el biólogo Bryan Fry, documentó en la Amazonía ecuatoriana la existencia de un ejemplar de anaconda verde del norte (Eunectes akayima) que medía más de 6.3 metros. La expedición fue posible gracias a la colaboración con comunidades indígenas Waorani, quienes llevan generaciones conviviendo con esta fauna. Durante la investigación, se escucharon testimonios locales sobre serpientes que podrían alcanzar los 7.5 metros de longitud y un peso cercano a los 500 kilogramos, lo cual coincide con algunas versiones no confirmadas que circulan tras el reciente video viral. Contrario a lo que muchas personas creen, las anacondas no son venenosas. Su método de caza es la constricción, es decir, se enrollan en torno a sus presas —que pueden ser desde peces y aves hasta ciervos o capibaras— y las asfixian con su poderosa musculatura. Este comportamiento no solo las convierte en cazadoras eficientes, sino también en reguladoras de poblaciones animales dentro del ecosistema. Te puede interesar: Puebla registra 215 incendios forestales y 54 municipios con sequía en 2025 El interés por estos animales crece en un momento crítico: el ecosistema amazónico enfrenta una grave amenaza por factores como la deforestación, la minería ilegal, la expansión agrícola y el cambio climático. Estos impactos reducen su hábitat natural y alteran su comportamiento, lo que dificulta aún más su estudio y conservación.
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