En la zona metropolitana de Puebla se siguen identificando cerca de una docena puntos recurrentes donde se llevan a cabo arrancones nocturnos, lo que ha generado una creciente preocupación por la seguridad vial. Por ejemplo, en zonas como la Vía Atlixcáyotl, el bulevar Hermanos Serdán y Satélite Magisterial, se documentan cientos de reportes anuales de competencias clandestinas que ponen en riesgo a jóvenes, automovilistas y peatones. También puedes leer: Puebla apuesta por legalizar arrancones: Habilitan autódromo Miguel E Abed El fenómeno no solamente persiste, sino que las autoridades locales reconocen un vacío operativo y una falta de coordinación institucional para actuar de forma efectiva. Ante este panorama, las autoridades estatales han anunciado una estrategia adicional: la habilitación del Autódromo Miguel E. Abed, en el municipio de Amozoc, para que a partir de diciembre los arrancones puedan realizarse de forma legal, regulada y supervisada.Con esta medida se busca que los jóvenes puedan ejercer esta práctica en un espacio controlado, disminuyendo el uso de vialidades públicas para competencias peligrosas. Una responsabilidad compartidaPara evitar más muertes de jóvenes por arrancones clandestinos, el papel del gobierno, la sociedad y la familia resulta clave. En primera instancia, al gobierno le corresponde implementar operativos constantes, aplicar sanciones claras y sin excepción, desplegar más cámaras y patrullaje preventivo, habilitar espacios seguros para deporte y velocidad controlada, y lanzar campañas públicas con datos reales del riesgo. Estas acciones combinadas buscan cerrar los vacíos operativos y la impunidad señalados. En segundo lugar, la sociedad tiene una misión igualmente importante: no normalizar ni aplaudir los arrancones, recordar que la velocidad sí mata, evitar promover la corrupción en cualquier caso, no compartir videos que los promuevan, y reportar los puntos donde ocurren estas actividades. La presión ciudadana y la cultura colectiva juegan un papel fundamental para cambiar la narrativa y reducir la demanda de conductas de riesgo. Finalmente, la familia es el núcleo donde se puede sembrar una cultura de responsabilidad: debe conocer amistades y rutinas de los hijos, hablar sin regaños —explicando riesgos reales–, supervisar el uso del auto y los horarios, poner límites claros y coherentes, e impulsar una cultura familiar de respeto a la ley. El acompañamiento y el ejemplo son herramientas poderosas en la prevención. Si todas las piezas actúan de forma coordinada —el gobierno regulando y sancionando, la sociedad desaprobando conductas riesgosas, y las familias educando e involucrándose– se puede generar un cambio significativo y reducir las muertes de jóvenes vinculadas a los arrancones. ¿Cuáles son las sanciones actualmente en Puebla?Las multas por participar en arrancones u otras conductas relacionadas han pasado de sanciones administrativas moderadas —antes calculadas entre 12 y 20 UMAs, es decir, entre aproximadamente mil 300 y 2 mil 200 pesos— a penalizaciones mucho más severas bajo la nueva Ley de Movilidad y Seguridad Vial de Puebla. Hoy, las competencias ilegales pueden costar hasta alrededor de 43 mil pesos, además del retiro inmediato del vehículo y la posible suspensión o cancelación de la licencia, dependiendo del artículo aplicado, la gravedad de la falta y la reincidencia, siempre con base en el valor vigente de la UMA. |