La noche del 7 de noviembre, el Auditorio GNP vivió una de esas veladas que se quedan tatuadas en la memoria colectiva. Ha*Ash regresó a Puebla y lo hizo con la fuerza de un fenómeno que lleva más de 20 años conquistando escenarios. Desde el primer acorde, la energía en el recinto estalló. Miles de personas, de todas las edades, no tardaron en ponerse de pie, listas para cantar, llorar y gritar junto al dúo que ha acompañado tantas historias personales. A pesar de llegar con un resfriado, Hanna salió al escenario con la misma entrega que la ha caracterizado durante dos décadas. Su voz, aunque por momentos rasposa, nunca perdió calidez ni potencia. Ashley, completamente consciente del esfuerzo de su hermana, la acompañó con una vibra electrizante que terminó por contagiar a todo el foro. Entre miradas cómplices, bromas internas y una sincronía casi telepática, las cantantes demostraron que su química sobre el escenario es uno de los pilares que las mantiene en la cima.
Uno de los momentos más especiales de la noche ocurrió cuando invitaron a tres fans a subir al escenario. Entre ellos, José Luis protagonizó la escena más memorable al decidir cantar “Ex de verdad” junto a las artistas. El público se volcó en apoyo, celebrando su atrevimiento y la espontaneidad del momento. Ha*Ash lo arropó con cariño, dejando claro que su conexión con los fans no es pose ni estrategia, sino un lazo genuino que las impulsa y emociona. El repertorio fue un recorrido emocional por los éxitos que marcaron su trayectoria: “Impermeable”, “Perdón, perdón”, “Lo aprendí de ti”, “¿Qué hago yo?”, “Odio amarte” y otros clásicos retumbaron con una fuerza casi coral. Cada canción despertó un recuerdo distinto en el público, que no dudó en cantar a todo pulmón, bailar, grabar y dejarse llevar.
A lo largo de casi dos horas, Ha*Ash confirmó por qué su carrera sigue tan vigente. El show se mantuvo sólido de principio a fin, cuidadosamente producido y lleno de momentos íntimos, divertidos y emotivos. Fue una noche donde la música prendió fuego al escenario, y donde Hanna y Ashley, incluso entre resfriados, desafíos y nostalgia, demostraron que siguen siendo un dúo capaz de mover multitudes y corazones con la misma fuerza que al inicio de su historia. |