Tenorio, con “T” de tenaz

**Hilda Tenorio es abogada; sin embargo, afirma que su verdadera pasión es la fiesta brava Jaime OAXACA HACE UNOS días estuvo muy cerca de la capital poblana la matadora Hilda Tenorio, vino a actuar en una corrida nocturna a la que asistió poca gente, la torera no se desanimó y echó pa’lante, como dicen en el medio. Delgada, bajita de estatura, con 25 años de edad, licenciada en derecho, no quita el dedo del renglón, su vocación la llama, ella quiere ser torera, de hecho ya lo es, fue la primera mujer en doctorarse en el coso más grande del mundo, la alternativa se la dio Manolo Mejía el 28 de febrero del año pasado. ¿Por qué no ejerces como abogada?, le pregunté. “Realmente la abogacía no la he practicado. Terminé la carrera, estuve un año practicando en el despacho con un tío pero no llegué a ejercerla; los toros es mi pasión… es mi vida. Para los toros hay una edad, para las leyes y ser abogada está toda la vida”. Siendo muy chiquilla le de dio por el toro, vio un video de El Calesero toreando con el capote. La futura matadora empieza a leer de toros, a asistir a corridas, hasta que les da la noticia a sus papás: ¡quiero ser torera! Su padre, médico de oficio, le regaló dos libros para que viera a lo que exponía; uno de traumatología taurina (cirugías por cornadas) y el de Las Cornadas de Ignacio Solares y Rojas Palacios; los leyó sin desanimarse, siguió firme en su decisión. Tenía muy claro que torear no es jugar con muñecas, sino con la vida. Qué pronto lo iba a comprobar en carne propia. A los 16 años de edad un novillo le hiere en la cara y en el cuello; sufre dos cornadas: una de 13 cms. y otra de 31, además la fractura de un dedo. Recibe 81 puntos para coserle la piel. El percance era para quitar a más de uno de la actividad, pero no a alguien con la tenacidad de la chiquilla; Hilda no perdió ni un ápice de afición, siguió adelante. A los tres meses estaba toreando nuevamente ahora con una cicatriz en la mejilla izquierda, ese trofeo la acompañara toda la vida. El paso de novillero a matador suele ser complicado. Hilda platica de su caso, “Me ha ido bien de matadora, me he acoplado mejor al toro, me he sentido a gusto en muchas tardes, la espada es lo que me ha fallado, es algo que vengo padeciendo desde que reaparecí después de la lesión de la rodilla, no he encontrado el tranquillo, será cosa de seguir practicando”. Sigue diciendo la michoacana, “Los toreros hombres me tratan igual y eso a mí me agrada; los otros, los que me bloquean, sí me quitan de carteles pero no importa, yo sigo haciendo mi lucha; esta es una profesión de carácter y hay que demostrarlo no solamente en el ruedo también en lo administrativo. Cuando una figura te quita de carteles hay que apechugar”. Yo estoy preparada para torear en la plaza México cuando la empresa disponga, no sé si será un cartel de mujeres, pera ya estoy lista. Lleva toreadas como 25 corridas en 22 meses de matadora de toros, un buen número de festejos para alguien recién alternativado, incluye una ida al extranjero: “A Sudamérica ya fui en enero de este año, se me dieron bien las cosas pero fallé con la espada, dejé buen ambiente en una feria importante como es la de San Cristóbal, en Venezuela. Torearon Ponce, El Cid, El Fandi, compartir en el elenco con ellos es gratificante”. Hilda ha inspirado a muchos chavales quienes ven en ella un ejemplo, “Es de lo más bonito que me ha dado el toreo, para muchas personas, y no solamente niñas, soy una fuente de inspiración; muchas veces los papás se me han acercado: dile a mi hijo que si quiere ser torero también tiene que estudiar. Es gratificante ver que los papás me ponen de ejemplo, pero es una responsabilidad porque hay que tener una imagen limpia dentro y fuera del ruedo”. Antes de hacer el paseíllo en aquella corrida nocturna me dijo que actualmente la fiesta atraviesa por un buen momento, hay una cantera de jóvenes toreros que van apuntando muy fuerte. Se lió el capote de paseo, se calzó la montera y bajó las notas del paso doble Cielo Andaluz, partió plaza.
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