Conmemoran 47 años de la muerte de El Imposible

Juan Carlos DE LEÓN  FUE EL pasado 28 de diciembre cuando el matador poblano Antonio Campos, El Imposible, cumplió 47 años de fallecido, y se le recordó con una misa en la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe de la parroquia de la Medalla Milagrosa en Puebla. Acudieron amigos y familiares del torero. Para tal fecha, su hermano, José Luis Moreno Campos, quien fuera profesor de cultura física en la BUAP, platicó brevemente con El Popular, diario imparcial de Puebla, en torno a la trayectoria del matador, quien obtuvo grandes triunfos tanto en México como en las principales plazas de España. “(Mi hermano) se presentó como novillero en el Toreo de Puebla el 4 de noviembre de 1947, en una corrida que se le presentó al gobernador de ese entonces. Yo lo recuerdo con mucho ímpetu, con las ganas de un joven que quiere trascender en la fiesta brava. “Eso no fue todo, sino que al año siguiente apareció en un cartel fuerte con Córdoba y Capetillo y, aunque surgieron problemas con su principal valedor, que era don Paco Lozano, pues fue asesinado, mi hermano quedó, por decirlo, huérfano de apoyos”, comentó don José Luis. Ante lo lamentable de esta situación, el matador decidió embarcarse en una prolongada aventura por las ferias pueblerinas del sureste del país y repúblicas centroamericanas, recorriendo la legua durante bastantes años. Suficientes para desalentar a cualquiera, pero no al ya no tan joven aspirante, que siguió alternando su batallar con el desempeño de diversos trabajos para sobrevivir lejos de Puebla y de los suyos. “Recuerdo que fueron momentos complicados para él, pues aunque nunca dejó de picar piedra en las plazas, no eran carteles donde pudiera destacar cualquiera. Había de todo tipo de torerillos y alguna vez se llegó a presentar en la arena de la 9 Poniente, donde mostró sus capacidades, pues él tenía bastantes capacidades para su trabajo; sin embargo, la mala suerte, o qué sé yo, le siguieron como una sombra, aunque nunca desistió en su máximo sueño, que era ser matador”. Don José Luis comentó que existió un momento brillante en la carrera de su hermano: “Fue en 1960, en un festival al que asistieron grandes toreros ya retirados; por ejemplo, estuvieron Armillita, Arruza y Silverio. Era un espectáculo que pocas veces se había visto y en ese cartel le dieron entrada a mi hermano. Se realizó en la Toreo de Cuatro Caminos, en México, y ese fue el día en que brilló mucho más, pues con el muletazo inicial de la faena causó sensación y todo el público le aplaudió aquel pase que realizó y que parecía imposible; de ahí surgió el mote de El Imposible”. Aunque fue escalando posiciones y ganando reconocimiento tanto en México como en España, donde tuvo glorias y tragedias, todavía en Puebla elevó con sus manos rabos y orejas. En España también lució con garbo en San Sebastián y Palma; sin embargo, a esto llegaron las cornadas y la enfermedad (el cáncer) que posteriormente terminó con su vida. Su deceso ocurrió en el Sanatorio Español, en el DF, el 28 de diciembre de 1964.
  • URL copiada al portapapeles