Embargan el Cuauhtémoc

Personal del SAT desalojó y tomó el control de las instalaciones administrativas del estadio; los empleados federales se llevaron todo lo que encontraron a su paso, desde balones hasta el autobús del equipo  Juan Carlos DE LEÓN y Agencias  PERSONAL DEL Sistema de Administración Tributaria (SAT) embargó ayer las instalaciones del estadio Cuauhtémoc como resultado de una auditoría correspondiente al ejercicio fiscal 2007 que arrojó un adeudo del club Puebla de más de 14 millones de pesos. Cerca de las 8:00 horas, personal del SAT llegó al inmueble y ocupó las oficinas, así como el camión en el que el plantel realiza sus traslados a los diferentes estadios del país. El personal federal se llevó todo lo que encontró a su paso para tratar de cubrir la millonaria deuda, desde computadoras hasta podadoras y balones con los que entrena el equipo. Sin embargo, el personal federal también se llevó cosas que no pertenecían al club, como una pantalla plana que permanecía en el vestidor del equipo local y que había sido donada por Duilio Davino en su estancia con el Puebla. Además de la indumentaria que se encontraba dentro del estadio, los fiscales embargaron el autobús en el que el plantel tenía planeado viajar ayer a Pachuca, Hidalgo, para el duelo de hoy contra los Tuzos. La unidad acababa de ser redecorada por un aficionado y sería la primera vez que sería usada. Henaine culpa al gobierno estatal El propietario del club Puebla, Ricardo Henaine Mezher, afirmó que el embargo que sufrió la institución no le causó ninguna sorpresa, pues había recibido varias amenazas por parte de colaboradores cercanos del gobernador Rafael Moreno Valle. En una entrevista que le concedió a un programa radiofónico que se transmite en la Ciudad de México, afirmó que el embargo tiene como trasfondo un pleito legal con la administración estatal, que comenzó cuando el gobierno quiso expropiar un predio propiedad de Henaine. El empresario agregó que, como defensa, interpuso exitosamente un recurso de amparo. "Cuando a mí me dijeron que tenía que entregar el terreno a fuerza, yo no lo quise entregar, porque yo no me robé nada. Hice las cosas legales, bajo el marco de la legalidad", reiteró. Agregó que, en respuesta a esta negativa, recibió una amenaza en el sentido de que si no entregaba el predio en cuestión "me iba a perjudicar en el periódico, El Heraldo de Puebla, que es mi propiedad, el aeropuerto de Puebla y el futbol". Asimismo, afirmó que este embargo no le puede ser imputado ya que el año en el que se contrajo la deuda correspondiente, el dueño del Puebla era Francisco Bernal, quien durante el 2010 sustrajo toda la documentación concerniente a los años de su gestión al frente de la institución deportiva, motivo por el cual no tiene los papeles para defenderse ante esta acción; sin embargo, sentenció que no se mantendrá cruzado de manos.
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