| * El Popular, Diario Imparcial de Puebla, presenta la primera de una serie de entrevistas que muestran la otra cara de los primeros héroes del equipo de La Franja Manuel CUATZO CON LOS recuerdos del mundial de futbol de México 70 aún frescos, el destino aún tiene preparadas sorpresas y emociones a la afición poblana En ese año, 1970, aumentó el número de equipos de la primera división del futbol mexicano, por lo cual se realizó un torneo de promoción, en el que cuatro equipos de segunda se disputarían un lugar en la máxima categoría futbolística del país. Puebla, Unión de Curtidores, Club Deportivo Nacional y Naucalpan fueron las escuadras que pelearon por el ansiado boleto, y fue precisamente el equipo de la Angelópolis quien, mediante un solitario gol del ídolo poblano Gervasio Quiroz, logró el anhelado ascenso. Fueron seis largos años los que La Franja pasó en segunda división del balompié nacional, pero los gesteros de aquélla hazaña grabaron sus nombres en la historia del equipo camotero: el cancerbero Ignacio Sánchez Carbajal, Fernando Zamora, Alfonso Sabater, Luis Enrique Fernández, Flaco Rebollo, Jorge Negrete, Alfonso Báez, y encabezando al equipo, el ariete mexicano Agustín Botas Pérez; todos ellos dirigidos por Francisco González Gatica Fue precisamente el ex goleador de La Franja, Agustín Pérez, quien recordó esos momentos para El Popular, Diario Imparcial de Puebla. La historia En el marco de la entrega de reconocimientos a ex futbolistas del Puebla que formaron parte del equipo que logró aquel ascenso a la primera división, el Botas Pérez manifestó: “Este homenaje es de gran importancia, es un recuerdo inolvidable para nosotros porque nos siguen tomando en cuenta, eso es un aliciente más para nosotros” Fue mientras el delantero cursaba la preparatoria que surgió su mote, el Botas, con el que conquistaría los corazones poblanos, “usaba yo botas vaqueras y como el grupo en el que estaba formó un equipo de futbol del salón y como usaba botas se me quedó el Botas y hasta la fecha es uno de los recuerdos que tengo.” El artillero es un hombre de bigote, tez morena y cabello negro, amable, feliz por el reconocimiento de que fue objeto, que ha sabido mantenerse en forma pese a ya no pisar más las canchas. “Yo inicié en los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), llegué a Puebla, de Puebla fui a Tigres de Nuevo León y terminé en Correcaminos, lo que es ahora Correcaminos Ciudad Victoria. Marqué entre cien o ciento diez goles. Casi, no había partido que no anotara, por lo menos, un gol”, rememoró el atacante. Pese a haber jugado para varios equipos, Agustín Pérez guarda un gran cariño por el equipo, por la ciudad y por su gente. “Uno de mis grandes amores es el Puebla, porque aquí, con este equipo me hice hombre. Llegué de 20 años, duré en la institución cinco años, con ellos logré el ascenso a la primera división”. El Puebla actual Pero aquellos eran otros años, el ascenso, la consolidación del club en balompié nacional, la llegada de las copas, y después, de la mano de Manuel Lapuente, los títulos de liga. Situaciones que ante la actualidad del equipo parecen tiempo muy lejanos “A uno como ex futbolista lo que más le duele es el lugar donde está el Puebla ahorita. Ojalá lleguen buenas personas, buenos directivos para que resurja el equipo y sea uno de los que siempre ha sido… como antes, de los primeros equipo que lograran varios campeonatos”. Pese a la gloria, las alegrías, propias y regaladas a la hinchada camotera, el Botas no pudo lograr uno de sus máximos sueños: retirarse con el Puebla, “era uno de mis grandes anhelos, pero creo que ya no hubo la posibilidad de regresar, no se logró ese gran recuerdo que yo quería tener aquí, de Puebla”, finalizó el eterno ariete de La Franja. |
